El asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, ha señalado este domingo la posibilidad de despidos en las agencias gubernamentales en caso de que el presidente Donald Trump determine que las negociaciones no prosperan. «Creo que si el presidente decide que las negociaciones no van a ningún lado, entonces empezará a haber despidos», explicó Hassett en CNN.
Trump y el director de Gestión y Presupuesto, Russell Vought, están preparando acciones mientras esperan evitar esos despidos. Hassett manifestó su esperanza de convencer al Partido Demócrata de que es sensato evitar estas medidas, las cuales podrían representar un costo de 15.000 millones de dólares (12.800 millones de euros) para el PIB, según el Consejo de Asesores Económicos.
El asesor de Trump apoyó la estrategia de presionar a los demócratas mediante recortes destinados a agencias preferidas por ellos, así como con la suspensión o cancelación de fondos en estados bajo gobierno demócrata. Con estas medidas, buscan que los senadores intransigentes perciban el impacto de sus decisiones sobre el pueblo estadounidense.
Es completamente lógico presionar más a los estados donde los senadores se muestran intransigentes para que ellos mismos vean el costo que le imponen al pueblo estadounidense
Estas declaraciones se producen pocos días después de que la Casa Blanca advirtiera a los demócratas sobre la posibilidad de despidos y tras la alerta del secretario del Tesoro, Scott Bessent, sobre la reducción del crecimiento del PIB por el cierre del Gobierno federal. A pesar de que los republicanos controlan ambas cámaras del Congreso, su limitada mayoría en el Senado permite cierta presión demócrata, especialmente en temas como el programa sanitario del Obamacare.
El cierre de gobierno, que probablemente se extenderá hasta la semana que viene, conlleva una reducción de la actividad en la mayoría de los servicios federales, salvo aquellos considerados esenciales
Trump ya había sugerido recortes en el contexto del cierre gubernamental, una situación donde el Gobierno suele suspender temporalmente a los trabajadores, aunque posteriormente se les remunera por los salarios pendientes una vez superado el impás.
