La compraventa de viviendas en España vive en 2025 uno de sus momentos más dinámicos y expansivos desde la burbuja inmobiliaria de principios de los 2000. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el pasado mes de mayo se cerró con 61.054 operaciones de compraventa, lo que supone un aumento interanual del 39,7%. Esta cifra convierte a mayo en el mejor mes desde 2007 en cuanto a transacciones inmobiliarias se refiere, situándose en niveles que no se alcanzaban desde antes del estallido de la crisis financiera internacional.
Pero mayo no ha sido un caso aislado. La tendencia viene consolidándose desde hace meses. Marzo ya fue un mes excepcional, con un incremento interanual cercano al 40%, y abril también registró el mayor número de compraventas para ese mes desde 2008, aunque con un crecimiento más moderado del 2,3% debido al efecto de la Semana Santa. Con la subida de mayo, el sector acumula once meses consecutivos de subidas, y un crecimiento global del 20,1% en lo que va de año.
Un entorno propicio: financiación barata y reactivación de la demanda
Este repunte sostenido tiene como principal catalizador el entorno macroeconómico favorable, especialmente en lo que respecta al mercado hipotecario. La bajada de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), en un contexto de desaceleración de la inflación y estímulo del consumo, ha tenido un efecto directo en el abaratamiento de la financiación. Las hipotecas más accesibles han incentivado tanto la demanda de primera vivienda como la inversión en vivienda para alquiler o revalorización.
A ello se suma una mejora progresiva de la confianza del consumidor, tras varios años marcados por la incertidumbre económica derivada de la pandemia y las tensiones geopolíticas. El empleo se ha mantenido relativamente estable y los salarios han comenzado a recuperar poder adquisitivo, lo que ha empujado a muchas familias a tomar la decisión de comprar.
Vivienda nueva y usada: crecimiento en ambos segmentos
El crecimiento no se ha limitado a un solo tipo de vivienda. Las cifras muestran que tanto la vivienda nueva como la usada están siendo protagonistas del auge.
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La vivienda de segunda mano, que representa la mayor parte del mercado (el 79% del total de operaciones), creció un 39% interanual en mayo, alcanzando 48.269 compraventas. Se trata del mejor dato para un mes de mayo desde 2022. Este segmento, más flexible en precio y oferta, lleva nueve meses consecutivos en positivo.
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Por su parte, la vivienda nueva ha sido la gran sorpresa del año, con un aumento del 42% interanual en mayo, sumando 12.785 operaciones, el máximo en un mes de mayo desde 2012. Este mercado encadena 12 meses consecutivos de crecimiento, lo que refleja un renovado interés por propiedades de obra nueva, posiblemente impulsado por una mayor oferta, mejoras en eficiencia energética y condiciones atractivas de financiación.
Régimen de la vivienda: la libre predomina, pero la protegida también sube
La distribución por régimen de propiedad muestra que la vivienda libre sigue siendo la clara protagonista, con 57.172 operaciones en mayo, lo que representa el 93,6% del total y un crecimiento del 41,8% interanual. No obstante, la vivienda protegida, a pesar de representar un volumen mucho menor (3.882 operaciones), también experimentó un crecimiento significativo del 13,9%.
Este dato es especialmente relevante, ya que la vivienda protegida suele estar dirigida a colectivos con mayores dificultades de acceso a la vivienda. Su crecimiento indica una posible mejora en las políticas de vivienda pública o en la agilidad de los procedimientos administrativos para su adquisición.
Comparativa mensual y acumulado del año
En términos mensuales, también se observan avances significativos. Respecto a abril, el número de compraventas aumentó un 12,4%, lo que refuerza la idea de un crecimiento robusto y continuo. Tanto la vivienda nueva como la usada crecieron alrededor del 12% respecto al mes anterior, y por régimen, la vivienda libre subió un 13,2% mientras que la protegida lo hizo en un 2,4%.
En el acumulado anual hasta mayo de 2025, las cifras son igualmente elocuentes:
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La vivienda nueva ha crecido un 31,6%.
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La vivienda usada, un 17,2%.
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La vivienda libre, un 20,7%.
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La vivienda protegida, un 12,7%.
Estos datos no solo reflejan una recuperación, sino una clara expansión del mercado.
Auge territorial: todas las comunidades crecen
El crecimiento ha sido generalizado en todo el territorio nacional. En todas las comunidades autónomas se registraron aumentos a doble dígito en el mes de mayo, aunque destacan algunas regiones con crecimientos realmente extraordinarios:
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Castilla-La Mancha: +69,4%
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Galicia: +65,4%
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La Rioja: +59%
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Murcia: +57,2%
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Cantabria: +55,1%
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Castilla y León: +54,2%
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Asturias: +51,6%
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Aragón: +51,4%
En las grandes comunidades, el mercado también mostró una gran vitalidad: Madrid creció un 39,4% y Cataluña un 38,7%. Esta expansión territorial indica que el fenómeno no se limita a las grandes ciudades, sino que se extiende también al ámbito rural y zonas intermedias, posiblemente como consecuencia del teletrabajo y de la búsqueda de viviendas más amplias y asequibles.
Perspectivas a futuro
Con estos datos, el sector inmobiliario parece estar viviendo un nuevo ciclo expansivo. Aunque aún existen factores de incertidumbre, como la evolución de los tipos de interés, el precio del suelo o posibles tensiones geopolíticas, los indicadores actuales son positivos. El crecimiento sostenido durante casi un año, la diversificación por tipo de vivienda y región, y el papel de la financiación barata dibujan un panorama favorable.
Si esta tendencia continúa, 2025 podría convertirse en el mejor año para la compraventa de viviendas desde la crisis de 2008, consolidando un nuevo equilibrio en el mercado residencial español.
