La reciente investigación presentada por UVE Valoraciones revela un panorama preocupante respecto a la producción de vivienda de obra nueva en España. A pesar de la creciente necesidad habitacional en diversas provincias, el número de viviendas iniciadas se ha estancado o incluso ha disminuido en la mayoría de ellas, a excepción de Sevilla y, en menor medida, Alicante.
El estudio, que se fundamenta en datos del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, indica que, entre mayo y noviembre de 2024, la ciudad de Madrid sufrió un descenso del 1,47% en el inicio de nuevas viviendas. Barcelona, por su parte, apenas registró un aumento del 1,95% en el mismo periodo. Las regiones más afectadas por esta tendencia son las Islas Baleares y Canarias, donde la disminución alcanzó cifras alarmantes: 11,44% en Baleares y más del 20% en Canarias.
La situación es aún más crítica en las provincias con alta necesidad de vivienda. En Málaga, donde se estima un déficit de 15.000 viviendas, la construcción se mantiene por debajo de los niveles de 2019, a pesar de que se venden anualmente más de 10.500 viviendas a no residentes. En Alicante, aunque se han mantenido niveles altos de viviendas iniciadas desde 2023, el crecimiento sigue siendo limitado, con un incremento del 9,21%.
Los datos muestran que la construcción sigue respondiendo más a la disponibilidad de suelo y financiación que a la demanda efectiva
Por otro lado, el caso de la provincia de Sevilla destaca positivamente, ya que ha logrado multiplicar por tres el número de viviendas iniciadas desde 2019. Esto la convierte en la única provincia con una tendencia de crecimiento sostenido, superando el 30% de incremento en el mismo periodo mencionado.
Las cifras evidencian que solamente diez provincias —Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, Alicante, Valencia, Murcia, Baleares, Valladolid y Almería— concentran el 61% del total de viviendas iniciadas en todo el país. Esta concentración, como señala Germán Pérez, presidente de UVE Valoraciones, refleja una respuesta más ligada a la oferta que a una demanda real, agravando la escasez de inmuebles en los principales mercados españoles.
