La detención del alcalde de Estambul y miembro del Partido Republicano del Pueblo (CHP), Ekrem Imamoglu, este miércoles ha tenido un impacto significativo en la economía turca. Considerado el principal adversario político de Recep Tayyip Erdogan, su arresto provocó un desplome de más del 8% en la Bolsa de Estambul y un hundimiento de la lira turca a mínimos históricos frente al dólar, mientras el coste de financiación de la deuda soberana del país se disparaba.
La reacción del mercado ante esta situación fue abrupta, lo que llevó al ministro de Finanzas turco, Mehmet Simsek, a afirmar que «se está haciendo todo lo necesario para el sano funcionamiento de los mercados», enfatizando que el Gobierno sigue implementando su programa económico «con determinación».
En el mercado de divisas, el dólar alcanzó un récord de 41,100 liras, lo que implica un incremento del 12% respecto al cierre del día anterior
A medida que avanzaba la jornada, la tasa de cambio se estabilizaba alrededor de las 38 liras por dólar. Hakan Kara, ex economista jefe del Banco de Turquía, sugirió una posible intervención para defender la lira, precisando que la «línea defensiva» se había fijado en 39 liras por dólar, con la posibilidad de un objetivo «probablemente más bajo». Según fuentes anónimas que hablaron con Bloomberg, la banca nacional vendió aproximadamente 8.000 millones de dólares (7.320 millones de euros) hasta el mediodía del miércoles para respaldar la lira.
En relación a la renta variable, el selectivo BIST 100 de la Bolsa de Estambul mostró un descenso superior al 8%, con todos sus componentes en negativo, destacando una caída de más del 9% en Garanti Bank, que es parcialmente propiedad de BBVA. En el mercado secundario de deuda, el rendimiento de los bonos soberanos a 10 años alcanzó un récord del 30,435%.
La detención de Imamoglu se produce en un contexto de acusaciones graves, que incluyen «liderar una organización criminal» y «ayudar» al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado por Ankara como organización terrorista. Ozgur Ozel, líder del CHP, describió la medida como «un intento de golpe de Estado contra nuestro próximo presidente». En su cuenta de la red social X, Ozel declaró: «Tomar decisiones en nombre del pueblo, usar la fuerza para sustituir la voluntad popular u obstruirla, es un golpe de Estado. Actualmente existe una fuerza para impedir que la nación determine quién será el próximo presidente».
Además, el CHP tiene planes de celebrar sus primarias este domingo, 23 de marzo, de las cuales se espera que Imamoglu sea elegido como candidato para las presidenciales de 2028.