La economía española registró un crecimiento del 0,6% en el tercer trimestre del año, una décima menos que en el trimestre anterior, según los datos de Contabilidad Nacional del Instituto Nacional de Estadística (INE). La desaceleración se explica por el comportamiento del sector exterior, que restó siete décimas al avance del PIB, frente al fuerte impulso de la demanda nacional, que aportó 1,3 puntos al crecimiento durante los meses de verano.
En términos interanuales, el Producto Interior Bruto (PIB) avanzó un 2,8%, una décima menos que en el trimestre previo y su tasa más baja desde finales de 2023. El INE también ha revisado a la baja el crecimiento del segundo trimestre, situándolo en el 0,7% trimestral y el 2,9% interanual.
El Gobierno destaca el dinamismo económico pese al contexto internacional
Desde el Ministerio de Economía, que dirige Carlos Cuerpo, se subraya que el crecimiento del 0,6% confirma el dinamismo de la economía española. Se trata, además, del noveno trimestre consecutivo en el que el PIB crece a un ritmo igual o superior al 0,6% respecto al trimestre anterior.
El Departamento destaca que el avance estuvo liderado por la demanda interna, apoyada en el aumento del consumo y de la inversión, en un entorno marcado por la incertidumbre geopolítica y comercial internacional.
Consumo, gasto público e inversión refuerzan el crecimiento
Entre julio y septiembre, el consumo de los hogares aumentó un 1,1%, tres décimas más que en el trimestre anterior, reflejando la solidez del mercado laboral y la mejora del poder adquisitivo. El gasto público creció un 1,3%, su mayor avance desde el tercer trimestre de 2024.
La inversión registró un fuerte repunte del 2,1%, la tasa más elevada desde finales de 2024. Este crecimiento estuvo impulsado por:
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La inversión en vivienda, que avanzó un 2,3%
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La inversión en maquinaria, bienes de equipo y armamento, con un alza del 1,7%
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La inversión en propiedad intelectual, que creció un 2%
Previsiones de crecimiento para 2025 y arrastre positivo para 2026
Con los datos disponibles, el Gobierno reafirma las previsiones de un crecimiento del PIB del 2,9% o superior en 2025, lo que permitiría a España volver a situarse a la cabeza de las principales economías avanzadas y duplicar el crecimiento medio de la Unión Europea. Además, la economía acumula un arrastre del 1% de cara a 2026, reforzando la confianza de empresas e inversores.
El sector exterior frena el avance económico
El sector exterior tuvo un impacto negativo en el tercer trimestre. Las exportaciones descendieron un 0,6%, rompiendo varios trimestres de crecimiento, mientras que las importaciones moderaron su avance hasta el 1,3%.
Por sectores, la construcción creció un 1,3%, aunque desaceleró su ritmo; los servicios avanzaron un 0,8%; la industria creció un 0,5%, y la agricultura registró un descenso del 0,7%, mejorando respecto a la fuerte caída del trimestre anterior.
