Este 1 de octubre de 2025, el sistema eléctrico español da un salto significativo: entra en funcionamiento el mercado cuartohorario. Por primera vez, los precios de la electricidad se fijan cada quince minutos, lo que multiplica por cuatro la resolución temporal del mercado frente a los antiguos precios horarios. Con esto, la cadena completa del sistema eléctrico, desde la casación principal hasta los desvíos, opera en la misma granularidad, permitiendo una visión mucho más precisa de la oferta y la demanda.
La jornada de hoy ya evidencia cómo los precios pueden fluctuar rápidamente. Entre las 15:00 y las 15:15, el precio de la electricidad baja hasta 6,67 €/MWh, mientras que por la noche, entre las 21:30 y las 22:00, sube hasta 230 €/MWh. Estas variaciones muestran que la electricidad deja de ser un valor estable durante toda la hora y pasa a comportarse de forma dinámica, con picos y valles que cambian cada cuarto de hora. Este nivel de detalle transforma la forma en que la industria y otros grandes consumidores planifican su consumo.
Las empresas con potencias contratadas superiores a 50 kW son las que notan el cambio de manera más directa. Sus contadores registran el consumo en intervalos de quince minutos, lo que permite que la facturación refleje con precisión cada tramo horario. Así, una planta industrial puede decidir retrasar o adelantar el arranque de sus procesos apenas unos minutos para aprovechar el tramo más barato, algo que antes solo podía hacerse de manera aproximada. Este tipo de optimización deja de ser general y se convierte en una herramienta quirúrgica para ahorrar costes y aumentar la eficiencia.
Para el sector de las energías renovables, el cambio también es positivo. La producción de solar y eólica varía constantemente debido a factores climáticos, y ahora los precios reflejan mejor esas fluctuaciones. Esto ayuda a reducir las desviaciones entre la energía programada y la realmente generada, facilita la integración de estas tecnologías en el sistema y permite a los operadores tomar decisiones más rentables en tiempo real.
Sin embargo, el mercado cuartohorario plantea desafíos operativos. La cantidad de datos se multiplica por cuatro, y tanto comercializadoras como agregadores necesitan modelos de predicción precisos y sistemas de telemedida avanzados. Los errores que antes quedaban diluidos en el promedio horario ahora se vuelven visibles y pueden generar impactos económicos importantes. La clave ya no es solo conocer el precio medio, sino gestionar con exactitud la curva completa de precios minuto a minuto.
Para los hogares y consumidores con potencias contratadas por debajo de 50 kW, el cambio se percibe de manera indirecta. Sus contadores todavía registran el consumo por hora, por lo que las facturas reflejan un precio promedio de cada franja horaria. No obstante, la transición marca el camino hacia un sistema más flexible y eficiente, donde en el futuro, con nuevos contadores inteligentes y herramientas de gestión, todos los usuarios podrán beneficiarse de precios más ajustados a la realidad del consumo.


