La inversión inmobiliaria global se prevé que crezca un 15% para 2026, superando por primera vez desde 2022 el umbral del billón de dólares, según el informe ‘Impacts’ de la consultora internacional Savills. Este crecimiento estará impulsado significativamente por la región de Europa, Oriente Medio y África (EMEA), que experimentará un aumento del 22%, alcanzando los 300.000 millones de dólares (254.778 millones de euros).
América continúa siendo el mayor mercado, con una actividad prevista de 570.000 millones de dólares (484.078 millones de euros), lo que representa un aumento del 15%. Se prevé que una cuarta parte de la inversión global provenga del sector de oficinas, que seguirá ganando cuota de mercado.
España lidera el crecimiento en Europa
En 2025, Savills identificó un «punto de inflexión» en los mercados de inversión inmobiliaria, con un repunte en los ‘capital values’, aumento en el tamaño medio de las operaciones y contribución de la financiación a los rendimientos. Europa, en particular, verá un crecimiento de la inversión del 9% interanual, alcanzando los 215.000 millones de euros al cierre de 2025.
España destaca con un crecimiento superior al 20% en comparación con 2024, junto a países como la República Checa, Finlandia, Portugal, Dinamarca y otros. De cara a 2026, se estima un aumento del 18% en la inversión en Europa, impulsado por la estabilización macroeconómica y el retorno de capital institucional. Las oficinas y el sector ‘living’ continuarán atrayendo interés significativo.
2026 se presenta con oportunidades clave en Europa para inversores, especialmente en España
Perspectivas y desafíos globales
La consultora Savills proyecta un renovado optimismo en el mercado inmobiliario global para 2026. Además del aumento en la inversión, se espera un crecimiento en la actividad de los mercados de usuarios en diversas regiones y sectores. Sin embargo, persistirán retos que gestionar, como explica la firma.
«La economía continuará siendo el eje central, con la bajada de los tipos de interés y mayor disponibilidad de capital coincidiendo con una demanda sólida», agrega la consultora. No obstante, también enfatiza la importancia de considerar factores estructurales como la evolución demográfica y cambios en hábitos de consumo, impulsados por la aceleración tecnológica y la adopción de inteligencia artificial, lo que se posiciona como un motor clave del mercado.


