El último estudio sobre la ‘Situación de la Morosidad en el Alquiler en España’, realizado por el Observatorio del Alquiler en colaboración con la Universidad Rey Juan Carlos, ha revelado que los inquilinos acumulan una deuda media de 7.957 euros con sus arrendadores, cifra que representa aproximadamente siete meses de alquiler y que refleja un aumento del 4,23% en comparación con el año anterior. Este comportamiento está vinculado tanto a la escalada de precios en el sector inmobiliario como al esfuerzo financiero que los inquilinos deben realizar para cumplir con sus obligaciones de pago.
Desglose geográfico de la morosidad
El estudio resalta que la morosidad presenta variaciones significativas según la región. Cataluña se posiciona como la comunidad con mayor deuda, alcanzando una media de 10.996 euros, seguida de Baleares, con 10.233 euros; la Comunidad de Madrid, con 9.812 euros; y el País Vasco, con 8.372 euros. En contraste, las áreas con menor morosidad son Cantabria (5.701 euros), Ceuta (5.531 euros) y Galicia (5.399 euros), entre otras.
Podemos ver como algunas comunidades con economías fuertemente vinculadas al turismo presentan una morosidad más alta
El analista del Observatorio del Alquiler, Sergio Cardona, señaló que las regiones costeras del Levante y las islas son especialmente vulnerables a la morosidad debido a la intensa demanda y a los precios elevados del alquiler. Además, los datos indican que en las diez provincias donde los inquilinos gastan más del 35% de sus ingresos en alquiler, la deuda supera los 6.000 euros. Barcelona lidera esta lista con 13.419 euros, seguida por Baleares y Guipúzcoa.
Es evidente que a medida que el porcentaje de ingresos destinados al pago del alquiler supera ciertos límites, el riesgo de impago se incrementa significativamente
Las provincias con menores deudas incluyen Ávila, Soria y Zamora, donde las cifras son considerablemente más bajas, alcanzando los 2.846 euros, 2.776 euros y 2.695 euros respectivamente. Estos hallazgos subrayan la complejidad de la morosidad en el sector del alquiler en España, un fenómeno que sigue requiriendo atención por su impacto tanto en inquilinos como en propietarios.
