La oferta de viviendas en venta ha experimentado una reducción del 20% durante el segundo trimestre de 2025 en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este descenso, reportado por el último estudio de idealista, representa la mayor caída interanual registrada por el portal inmobiliario.
Reducción de la oferta en todas las capitales
El informe destaca que todas las capitales han visto disminuir sus viviendas en venta respecto al año pasado, exceptuando a Málaga, que presentó una caída del 3%. Las ciudades de Segovia y Ciudad Real lideraron estos descensos con un desplome del 45%, seguidas de cerca por Oviedo (-44%), Albacete (-41%) y Logroño (-40%). En la lista también figuran Palencia (-39%), Burgos y Salamanca (-38% ambos), Zaragoza (-37%), Vitoria (-36%) y Huesca (-35%).
Dentro de los grandes mercados, Bilbao sufrió la mayor reducción con un -33%, seguida por Sevilla (-26%), Madrid (-25%) y Valencia (-24%). San Sebastián, Palma y Barcelona reportaron una disminución del 21%, mientras que Alicante vio una caída del 20%.
Caídas provinciales de oferta
A nivel provincial, la tendencia ha sido «similar» con «descensos generalizados». Vizcaya se destacó por la mayor caída con un 35%, seguida por Segovia y La Rioja (-33%), Álava (-32%), y varias provincias con -30%: Zaragoza, Asturias, Salamanca y Palencia.
En la Comunidad de Madrid, la oferta de viviendas en venta se redujo un 27%, mientras que en Barcelona fue de 22%. Las provincias con menor descenso en el ‘stock’ fueron Santa Cruz de Tenerife y Cáceres (-7%), seguidas por Jaén (-8%) y Málaga (-9%).
El desplome de la oferta de vivienda alcanza una nueva cota, para desesperación de todos aquellos demandantes de vivienda que cada vez tienen menos producto entre el que elegir y afrontan precios más abultados trimestre tras trimestre
Francisco Iñareta, portavoz de idealista, ha expresado su preocupación por la situación actual. Según Iñareta, muchas administraciones no están respondiendo adecuadamente, ya sea por falta de acciones que faciliten la llegada de nuevas viviendas al mercado o por el miedo a situaciones del pasado como la burbuja inmobiliaria.
En sus declaraciones, Iñareta añadió que «el peor error que se puede cometer es no construir vivienda», especialmente ante el aumento demográfico, la caída de los tipos de interés y un mercado de alquiler elevado que desplaza la demanda al mercado de compra.
