El interés del bono español a diez años se ha reducido al alcanzar el mediodía de este martes un 3,283%. Esto ha provocado una compresión del diferencial respecto al bono alemán del mismo plazo, situándose en 54,1 puntos, lo que consolida su nivel más bajo desde finales de 2009. La prima de riesgo ha acumulado varias sesiones a la baja después de que S&P Global Rating mejorase la calificación de España de A a A+ el pasado 12 de septiembre.
En la jornada de ayer, el diferencial de rendimiento entre el bono español y el alemán marcó momentáneamente un mínimo de 53 puntos. Este martes, la OCDE ha reforzado el atractivo económico de España al revisar al alza su pronóstico de crecimiento para 2025 y 2026, situándolo en un 2,6% y 2%, respectivamente. Este crecimiento, más del doble que el de la eurozona para 2025, refuerza la estabilidad económica del país.
Por otra parte, el rendimiento de la deuda alemana ha aumentado debido a los planes de gasto y defensa del canciller Merz, lo que también ha influido en la situación de los bonos europeos. La deuda francesa cotiza al 3,55% debido a la inestabilidad política y las preocupaciones sobre el presupuesto, con una prima respecto al bono alemán de 81,5 puntos. La calidad emisora de Italia y Grecia supera a la de Francia, con bonos a diez años cotizando al 3,543% y 3,397%, respectivamente.
Aline Goupil-Raguénès, estratega de mercados de desarrollados de Ostrum AM, ha señalado que el riesgo de una disolución de la Asamblea Nacional francesa podría ampliar el diferencial entre los bonos galos y germanos. Sin embargo, en el escenario más extremo, como la dimisión del presidente Emmanuel Macron, se prevé que la prima de riesgo francesa supere los 100 puntos, lo que podría justificar una intervención del Banco Central Europeo para limitar el contagio.
Este contexto económico subraya que, a pesar de los desafíos regionales, España se encuentra en una posición ventajosa gracias a la mejora de su calificación crediticia y al crecimiento económico proyectado por la OCDE. No obstante, el próximo viernes, las evaluaciones de las agencias Fitch y Moody’s pondrán nuevamente a prueba la calidad emisora del Reino de España.
