La riqueza financiera neta de los hogares españoles y de las instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares (Isflsh) alcanzó los 2,4 billones de euros al cierre del primer trimestre de 2025. Este dato representa un incremento del 8,1% en tasa interanual, según las cuentas financieras publicadas por el Banco de España. Además, se evidencia una moderación en la deuda de las familias, que se situó en el 43,5% del PIB, marcando un valor mínimo no registrado desde el primer trimestre del 2000.
En términos del Producto Interno Bruto (PIB), los activos financieros netos de los hogares representaron un 149,4%, lo que supone un aumento de 2,8 puntos porcentuales en comparación con el primer trimestre de 2024. En particular, el saldo total de los activos financieros de los hogares alcanzó la cifra de 3,171 billones de euros, destacando un crecimiento del 6,6% en comparación con el año anterior. Este aumento se explica por una revalorización de 109.400 millones de euros y una adquisición neta de activos financieros de 87.200 millones, acumuladas desde finales del primer trimestre de 2024.
Por instrumentos financieros, la revalorización se centró principalmente en las participaciones en el capital. En cuanto a la adquisición neta de activos, se destacaron las participaciones en fondos de inversión y los depósitos. En la distribución por componentes al final del periodo, la mayor parte de los activos financieros de los hogares se mantuvieron en efectivo y depósitos (34,9% del total), seguidos por participaciones en el capital (31,4%), participaciones en fondos de inversión (16,6%) y seguros y fondos de pensiones (12%).
Las participaciones en fondos de inversión fueron el instrumento que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares
Debido a las inversiones netas, y en menor medida, a su revalorización. En contraste, el peso del efectivo y los depósitos se redujo casi un punto porcentual, a pesar de registrarse operaciones netas positivas en depósitos a plazo y transferibles.
Las recientes cuentas financieras de la economía española reflejan que la deuda consolidada de las empresas y los hogares ascendió a 1,710 billones de euros en el primer trimestre de 2025, lo que supone un aumento del 1,3% con respecto al mismo trimestre del año anterior. Sin embargo, la ratio en términos del PIB continuó su tendencia de moderación, situándose en un 106,1%, frente al 111,1% registrado un año antes.
Concretamente, la deuda consolidada de las sociedades no financieras creció de un billón en el primer trimestre de 2024 a 1,009 billones en marzo de 2025. Esta ratio, en relación al PIB, pasó del 65,8% al 62,6%, alcanzando un mínimo no visto desde el tercer trimestre de 2001. Por su parte, la deuda de los hogares aumentó de 688.000 millones en marzo de 2024 a 701.000 millones en el primer trimestre de 2025. A pesar de este incremento, en términos relativos al PIB, la deuda se redujo, marcando un nuevo mínimo desde el primer trimestre del año 2000 al situarse en el 43,5%, frente al 45,3% del año anterior.
