La Unión Europea ha anunciado un veto que afectará a los fabricantes chinos en licitaciones de contratos públicos superiores a 5 millones de euros en el sector de dispositivos médicos. Esta medida, que entrará en vigor el próximo mes, surge como una respuesta a la discriminación que enfrentan las empresas europeas en China. Según el comisario de Comercio y Seguridad Económica, Maros Sefcovic, «nuestro objetivo con estas medidas es nivelar el terreno para las empresas europeas, seguimos dispuestos al diálogo con China para resolver este asunto».
El veto se enmarca dentro del Instrumento europeo de Contratación Pública Internacional (IPI), el cual establece criterios de proporcionalidad para evitar un veto total a países terceros. La Comisión Europea, que actúa en nombre de los 27 en materia comercial, sostiene que la represalia es «proporcional» a las barreras impuestas por China y busca desincentivar estas discriminaciones. En aquellos casos en los que no haya proveedores alternativos que garanticen el suministro, se contemplan «excepciones» para asegurar la disponibilidad de dispositivos necesarios en el sistema de salud de la UE.
El veto, aprobado por los Veintisiete el pasado 3 de junio, será efectivo diez días después de su publicación en el Diario Oficial de la UE (DOUE). La opción seleccionada por Bruselas excluye las ofertas de operadores chinos en licitaciones por más de 5 millones de euros. Además, se especifica que las empresas ganadoras de contratos no podrán adquirir más del 50% de sus dispositivos en China.
En enero, Bruselas ya había advertido sobre posibles medidas frente a las restricciones de Pekín. A pesar de los esfuerzos por entablar un diálogo, las autoridades comunitarias no lograron llegar a una solución satisfactoria. Sefcovic subrayó entonces que la UE busca «relaciones comerciales abiertas, justas y mutuamente beneficiosas con China», pero también recalcó que la apertura de mercados debe ser «recíproca».
Según los datos recabados, Pekín impone restricciones legales y administrativas «significativas y recurrentes», con un 87% de las licitaciones públicas del sector sujetas a prácticas «excluyentes y discriminatorias» para las firmas de la UE
Esta acción subraya el compromiso de Bruselas con la transparencia y equidad en el comercio internacional, mientras se intenta resolver las tensiones comerciales con China bajo un marco de diálogo continuo.
