La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha reafirmado su apoyo a la emisión de deuda común en la Unión Europea como herramienta clave para financiar inversiones conjuntas estratégicas. Durante su intervención ante la comisión de Economía y Asuntos Monetarios del Parlamento Europeo, Lagarde destacó que esta medida es fundamental para reducir la brecha competitiva con economías como China y Estados Unidos.
Lagarde subrayó la importancia de un enfoque colectivo en línea con el informe presentado por el ex primer ministro italiano Mario Draghi, quien estima que la UE requerirá 800.000 millones de euros anuales para avanzar en áreas prioritarias como la digitalización, la descarbonización y la defensa. Este esfuerzo financiero, planteado a través de la emisión de deuda conjunta, busca consolidar la estabilidad económica del bloque.
Una apuesta por el crecimiento y la unidad europea
"Europa necesita inversiones conjuntas bien definidas que impulsen el crecimiento potencial y fortalezcan la estabilidad macroeconómica", defendió Lagarde. Según la presidenta del BCE, aprovechar economías de escala permitiría a la UE abordar retos transfronterizos y enviar un mensaje claro de cohesión a los inversores privados.
No obstante, la propuesta enfrenta la resistencia de países frugales como Alemania y Países Bajos, que han rechazado iniciativas similares en el pasado. Lagarde advirtió que el alto grado de apertura comercial de la zona euro la hace vulnerable a perturbaciones externas, como barreras comerciales o tensiones geopolíticas, lo que refuerza la necesidad de actuar de manera unificada.
En la misma línea, el gobernador del Banco de Italia, Fabio Panetta, y el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, han insistido en la importancia de desarrollar políticas de gasto común para mantener la competitividad del bloque. Ambos coinciden en que una política industrial cohesionada y subvenciones orientadas a la innovación son esenciales para el futuro económico de Europa.
Con esta llamada a la acción, Lagarde posiciona al BCE como un firme defensor de la deuda común, reiterando que la unión hace la fuerza en un entorno global cada vez más desafiante.