La ausencia de adecuación del IRPF al aumento de la inflación ha resultado en un incremento de la recaudación fiscal de 9.750 millones de euros durante el periodo comprendido entre 2021 y 2024. Este fenómeno ha afectado principalmente a las rentas medias, que han experimentado un sobreesfuerzo fiscal medio de 458 euros por declarante, según el análisis realizado por Funcas en su publicación ‘Cuadernos de Información Económica’.
El economista Desiderio Romero-Jordán ha subrayado que la inflación ha tenido efectos silenciosos sobre el IRPF, especialmente tras la espiral inflacionista derivada de la pandemia. La falta de indexación automática de tramos y deducciones ha propiciado este aumento en la recaudación, un fenómeno conocido como ‘progresividad en frío’. Al desglosar sus efectos, se observa que las rentas medias bajas soportan un sobreesfuerzo de 311 euros, mientras que las rentas medias altas llegan a los 622 euros. Si se considera también el impacto del IVA, el coste fiscal acumulado para un hogar medio asciende a alrededor de 1.100 euros.
Sin reformas, esta carga seguirá creciendo a un ritmo cercano a 200 euros anuales
Romero-Jordán ha sugerido implementar una indexación periódica del impuesto como una solución técnica eficaz, aunque reconoció que esta medida podría ser considerada políticamente impopular debido a que también beneficiaría a las rentas más altas.
En un contexto diferente, los expertos Santiago Carbó y Francisco Rodríguez han abordado la divergencia creciente entre la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) y la de la Reserva Federal (Fed). Mientras que la Fed mantiene los tipos de interés altos debido a un panorama económico robusto, el BCE ha comenzado un ciclo de reducciones con el fin de reactivar la economía en la Eurozona, bajando los tipos en 150 puntos básicos desde junio de 2024.
Los economistas advierten que con el debilitamiento del euro, si bien puede haber un impulso en las exportaciones, también se podría provocar un aumento de la inflación importada, lo que podría obligar al BCE a frenar o incluso revertir estas reducciones. Se menciona que la presión geopolítica, la creciente tendencia hacia el proteccionismo y los paquetes fiscales expansivos en Europa añaden incertidumbre a la situación actual.
Otro punto crítico que se analiza es el acceso a la vivienda, tema abordado por Miguel Ángel González. Su estudio pone de manifiesto que la oferta de vivienda ha quedado rezagada en comparación con una demanda que continúa en aumento, especialmente en regiones como Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante y Málaga, que concentran más del 50% del déficit residencial nacional. González propone un conjunto de reformas centradas en agilizar los procesos urbanísticos, fomentar la oferta de vivienda asequible, especialmente en alquiler, y mejorar la coordinación entre distintas administraciones.
Por último, un análisis por José Manuel Amor, Camila Figueroa y María Romero examina el dinamismo de las economías del sur de Europa frente al estancamiento de algunas del norte. Los países mediterráneos han mejorado su posición tras las reformas realizadas después de la crisis financiera, aunque todavía enfrentan importantes desequilibrios, especialmente en el ámbito fiscal. Los expertos subrayan que para consolidar esta ventaja, los países del sur deben abordar los desafíos pendientes y evitar recaídas en divergencias económicas que caracterizaban el pasado.