Un estudio de opinión anónimo entre más de 3.000 trabajadores de todos los sectores de actividad ha puesto nombre y apellidos a las causas por las que los españoles no van a la oficina, en un momento en el que el absentismo preocupa a los empresarios.
Este estudio, puesto en marcha por Vivofácil, concluye que muchas de las causas tienen que ver con causas subjetivas. “El 49% de los empleados se ausentaría del trabajo por cansancio”, uno de los principales hallazgos del informe, resume la magnitud del problema. Los encuestados señalan como motivos fundamentales de ausencia:
- El cansancio, agotamiento y estrés
- El cuidado de familiares o la necesidad de atender asuntos personales
- Las responsabilidades familiares directas —hijos, mayores o dependientes—
- La ansiedad o el agotamiento emocional
- La dificultad de conciliación en días clave
- La acumulación de cansancio a lo largo de la semana.
Estas causas, analizadas en detalle, muestran un panorama complejo. Tres de cada cuatro empleados no tiene tiempo para sí mismo ni para sus familiares, lo que explica que el 49% reconozca que la fatiga física y emocional influiría en su decisión de no acudir al trabajo, mientras que el 54% afirma que las obligaciones familiares y personales pesan incluso más que el propio empleo. En la práctica, el 41% de las horas de ausencia registradas se dedica al cuidado de familiares y un 20% a gestionar ansiedad, estrés o agotamiento, evidenciando un profundo deterioro del equilibrio entre vida laboral y personal. No es casual que el 62% declare que su empleo afecta negativamente a su vida personal ni que el 47% sienta que no dispone de tiempo suficiente para atender sus propias necesidades.
La acumulación de cansancio explica por qué los lunes, los viernes y los periodos de puente concentran más ausencias, momentos en los que los trabajadores buscan reorganizar cargas o recuperarse. Además, las empresas medianas (250-500 empleados) son las más afectadas, con un 6,8% de absentismo, en gran parte porque muchos empleados “no llegan a todo”. El estudio también evidencia que el apoyo organizacional es decisivo: solo el 26% de quienes se sienten respaldados se plantea ausentarse, frente al 61% de quienes no cuentan con ese apoyo.
En conjunto, el informe de Vivofácil muestra un desequilibrio profundo entre vida personal y laboral y alerta de su elevado impacto económico: el absentismo cuesta cada año entre 25.000 y 37.000 millones de euros, una cifra que subraya la urgencia de que las organizaciones impulsen entornos de bienestar y confianza para abordar el problema de raíz.


