Los beneficios de las corporaciones estadounidenses han registrado en el primer trimestre de 2025 una caída de aproximadamente 118.100 millones de dólares (104.433 millones de euros) en comparación con el último trimestre de 2024. Esta información proviene de la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio, y sugiere una mayor presión de costes en los resultados empresariales.
Durante este periodo, las ganancias corporativas, incluyendo ajustes por valoración de inventarios y consumo de capital, alcanzaron los 3,88 billones de dólares (3,43 billones de euros). Esta cifra representa una caída del 2,9% respecto a los 4 billones de dólares (3,5 billones de euros) del cuarto trimestre de 2024, marcando el mayor descenso trimestral desde 2020.
A pesar de esta disminución, los beneficios corporativos en el primer trimestre se situaron un 5,4% por encima del nivel contabilizado en el mismo periodo del año anterior. Durante la temporada de resultados, numerosas empresas han revisado a la baja sus proyecciones anuales debido a los aranceles anunciados, anticipando además medidas de mitigación que incluyen subidas de precios para compensar el aumento de los costes.
El anuncio por parte de Walmart de que tendría que subir los precios para cubrir los mayores costes derivados de los aranceles provocó la ira de Donald Trump
Trump, a través de su perfil en Truth Social, advirtió que Walmart «debería DEJAR de culpar a los aranceles como la razón del aumento de precios en toda la cadena». Agregó que la compañía, junto con China, debería «COMERSE LOS ARANCELES» sin trasladarlos a los clientes. Otras empresas, como HP o Best Buy, también han ajustado sus proyecciones anuales, incorporando el impacto de estas tarifas comerciales.
Por otro lado, un tribunal federal de Estados Unidos ordenó recientemente suspender la mayor parte de los aranceles globales implementados por Donald Trump, considerando que se extralimitó en sus funciones al adoptar esta medida, declarada «ilegal». Este fallo afecta igualmente a los gravámenes aplicados a China, México y Canadá.
En este sentido, el Tribunal de Comercio Internacional ha mandado paralizar los aranceles del 30% sobre ciertos productos de China y los impuestos del 25% sobre algunos bienes provenientes de México y Canadá, así como los aranceles globales del 10% aplicados a productos de la Unión Europea. La Casa Blanca ha manifestado su intención de recurrir esta sentencia, defendiendo que la necesidad de los gravámenes responde a una «emergencia nacional» provocada por los déficits comerciales de EE.UU.
