La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) ha expresado su firme oposición a la reciente aprobación del proyecto de ley para la reducción de la jornada laboral por parte del Gobierno. La patronal ha calificado esta medida de «nociva», advirtiendo que podría llevar al cierre de numerosas empresas y a la pérdida de «miles de puestos de trabajo».
En un comunicado, Cehat argumenta que la reducción de la jornada laboral dificultaría la prestación del servicio de 24 horas, esencial para satisfacer las necesidades de los visitantes tanto nacionales como extranjeros. Jorge Marichal, presidente de Cehat, enfatizó que «el servicio que prestamos ha de ser de 24 horas, 365 días al año, en muchos casos, obligados por normativa sectorial. Nuestros trabajadores no están sentados en una oficina de lunes a viernes, sino prestando servicios directamente al público».
La confederación también ha solicitado «cordura y sentido común» al Ministerio de Trabajo y ha instado a evitar «criterios ideológicos» que no toman en cuenta las particularidades del sector hotelero. Esta preocupación se agrava al considerar que el 75% del sector alojativo está constituido por empresas familiares y pymes, que se verían gravemente afectadas por el aumento de costes que amenaza su viabilidad económica.
Además, Cehat ha destacado la creciente dificultad que enfrenta el sector para incorporar nuevos profesionales, situación que se acentúa en las áreas turísticas estacionales donde un 60% de las plazas son afectadas. «Se vuelve cada vez más difícil que personas vengan a trabajar en temporada debido al incremento de los precios de alquiler por la falta de viviendas en el mercado», dijeron desde la organización.
Lo que el sector necesita es que desaparezca la rigidez del mercado laboral para poder adaptarlo a las necesidades de los trabajadores y las empresas
Por último, la organización ha señalado que la propuesta de reducción de jornada representa «una intromisión directa» en el diálogo social que mantiene con los sindicatos desde hace décadas, recordando que existe un convenio colectivo estatal y convenios provinciales que se adaptan a las particularidades de cada territorio y han propiciado “relaciones laborales positivas” en el sector.
