Este jueves 7 de agosto, han entrado en vigor los nuevos aranceles mínimos del 10% que Estados Unidos ha impuesto a las importaciones globales. La medida, anunciada por el presidente Donald Trump, fue divulgada por la Casa Blanca y afecta a una lista de cerca de 70 países, además de la Unión Europea.
El decreto firmado por Trump establece gravámenes mínimos del 10% y mayores aranceles, comenzando desde el 15%, para aquellas naciones con superávit comercial frente a Estados Unidos. La lista contempla aranceles que van hasta un 41%, como es el caso de Siria. Los países que no se encuentran en la lista afrontarán un arancel predeterminado del 10%.
Iniciado en abril, el anuncio de un arancel básico del 10% sobre importaciones fue suspendido por 90 días para facilitar negociaciones. Algunos países, como Reino Unido y Japón, lograron acuerdos para reducir estos aranceles. La Unión Europea acordó un gravamen del 15%; sin embargo, Trump advirtió que los aranceles aumentarían al 35% si no se invierten 600.000 millones de dólares en Estados Unidos.
Asimismo, la Casa Blanca anunció un arancel adicional del 25% sobre importaciones desde la India, sumándose a un gravamen anterior, debido a la compra de petróleo ruso. Se espera que los aranceles farmacéuticos puedan alcanzar el 250% si las empresas no reducen los precios de los medicamentos.
En un movimiento para incentivar la producción nacional, Trump ha anunciado aranceles de «aproximadamente» el 100% para la importación de chips y semiconductores. Esto busca presionar a las empresas a trasladar su producción a suelo estadounidense.
"Si fabricas en Estados Unidos, no habrá recargos", afirmó Trump, sugiriendo beneficios para las empresas que comiencen o planeen el traslado de su producción.
Durante una comparecencia, Trump elogió a Apple por su compromiso de invertir 100.000 millones de dólares en potenciar la producción nacional. Tim Cook, director ejecutivo de Apple, aseguró que esta nueva promesa lleva las inversiones por encima de 600.000 millones de dólares en EE.UU.
