El presidente de Brasil, Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva, ha revelado una significativa inversión de 1.000 millones de dólares (equivalentes a 899 millones de euros) destinada a la producción de combustible de aviación renovable (SAF). Esta iniciativa se llevará a cabo en colaboración con el grupo chino Envision y contará con la creación de un Centro de Investigación y Desarrollo (I+D) mediante una asociación entre la compañía Windey Technology de China y Senai Cimatec, enfocándose en las energías renovables.
Durante su reciente visita a China, Lula da Silva realizó cuatro reuniones con ejecutivos de diversas empresas chinas involucradas en los sectores de energía sostenible y defensa. El ministro de Casa Civil, Rui Costa, ha expuesto que varias empresas chinas no solo invertirán en Brasil, sino que también establecerán alianzas con instituciones brasileñas, promoverán la instalación de centros de investigación y fomentarán el desarrollo tecnológico en el ámbito energético.
Brasil se convertirá en uno de los mayores productores de combustibles verdes para la aviación
El ministro Costa ha destacado que el SAF es una alternativa válida al combustible de aviación convencional, derivado de fuentes fósiles, y se elabora a partir de materias primas y procesos que cumplen con estándares de sostenibilidad. Esta serie de sinergias busca no solo la creación de alianzas en el ámbito del desarrollo tecnológico, sino también la formación de nuevos talentos y la instalación de centros de investigación y producción en territorio brasileño.
Entre las iniciativas acordadas se incluyen proyectos clave relacionados con energías renovables, energía eólica, energía solar, así como proyectos híbridos y soluciones de almacenamiento de energía en Brasil.
