El Índice de Precios de Consumo (IPC) registró un aumento del 0,5% en diciembre en comparación con el mes anterior, elevando su tasa interanual hasta el 2,8%, según los datos definitivos del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados recientemente. Este resultado coincide con el porcentaje anticipado por el organismo a finales de noviembre, aunque la variación mensual supera en una décima la estimación inicial de 0,4%.
Comparando con el cierre de 2023, la tasa interanual de inflación en diciembre de 2024 es tres décimas inferior, ya que en el último mes del año anterior se registró un 3,1%. También se observa una clara disminución en comparación con los incrementos del 5,7% y 6,5% de diciembre de 2022 y 2021, respectivamente. La media anual del IPC en 2024 se estableció en 2,8%, lo que representa una disminución de siete décimas respecto a 2023, y es inferior en 5,6 puntos a la inflación de 2022, que alcanzó el 8,4%, la cifra más alta desde 1986.
El repunte del IPC se atribuye principalmente al encarecimiento de los carburantes
Analizando la inflación subyacente, que excluye alimentos no elaborados y productos energéticos, se observa un incremento de dos décimas en diciembre, situándose en 2,6%, cifra que se encuentra dos décimas por debajo del índice general. Este aumento se ve influenciado por el encarecimiento de los precios en el sector del transporte, que alcanzó una tasa interanual del 0,6%, y en ocio y cultura, que llegó al 3,2%.
En cuanto al comportamiento de los precios, de las 199 subclases de productos analizadas, 150 experimentaron un aumento de precio en diciembre de 2024 en comparación con diciembre de 2023. Los productos que más aumentaron su precio fueron el chocolate (+23,9%), los paquetes turísticos nacionales (+21,2%), la joyería (+19,3%) y la electricidad (+18,6%). En contraposición, los productos que más se abarataron fueron el azúcar (-13,9%) y el aceite de oliva (-12,3%).
Inflación en las comunidades autónomas
A nivel regional, al finalizar diciembre, todas las comunidades autónomas presentaron tasas positivas de IPC. Las más afectadas fueron el País Vasco (3,6%) y Baleares (3,4%), seguidas por Aragón y Asturias, ambas con una tasa del 3,1%. En contraste, las comunidades con menor inflación fueron Canarias (2,2%), Castilla-La Mancha (2,5%) y Murcia (2,6%).
Este panorama inflacionario establece un contexto complejo para la economía española, con un incremento del IPC que refleja tanto presiones internas como externas, y que desafía a los responsables de política económica a adaptar sus estrategias.