Con el final del verano y la proximidad del inicio del curso escolar, miles de familias españolas se enfrentan a una de las etapas más exigentes para la economía doméstica: la vuelta al cole. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado en detalle este fenómeno, confirmando lo que muchos padres ya perciben en sus bolsillos: cada septiembre se convierte en una cuesta difícil de remontar. Según el último informe de la OCU, el gasto medio anual por alumno asciende a 2.390 euros, una cifra que engloba tanto los desembolsos inmediatos de septiembre (libros, uniformes, matrícula o material escolar), como los pagos periódicos a lo largo del curso: comedor, actividades extraescolares y otras cuotas recurrentes. Este promedio, sin embargo, no refleja la enorme disparidad existente según el tipo de centro escolar y la comunidad autónoma de residencia.
Diferencias según el tipo de colegio
La decisión de matricular a los hijos en un colegio público, concertado o privado tiene un impacto directo y notable en el presupuesto familiar. Mientras que un alumno en la escuela pública supone de media 1.200 euros anuales, en la concertada el gasto casi se duplica y en la privada puede superar los 8.000 euros. La diferencia fundamental se encuentra en las matrículas y cuotas mensuales. En los centros públicos apenas existen estos conceptos, pero en los concertados las "aportaciones voluntarias" se sitúan en torno a los 1.448 euros de media, y en los privados rozan los 5.900 euros. Otros gastos, como comedor o actividades extraescolares, generan variaciones menores en el presupuesto final.
En cuanto a la distribución del alumnado, el 67% de los estudiantes acude a centros públicos, el 14% a concertados y el 9% a privados, según la encuesta realizada por la OCU a casi 1.100 familias con hijos de entre 3 y 18 años.
Factores geográficos y educativos
El territorio marca otra diferencia clave en la vuelta al cole. No es lo mismo preparar el inicio del curso en una gran capital que hacerlo en una comunidad con menor presión de precios. Madrid se mantiene a la cabeza como la región más cara de España, con un gasto medio por alumno de 3.188 euros anuales. En Cataluña, la cifra es apenas inferior, con 3.000 euros, pero con el matiz de que allí se concentran algunos de los colegios privados más costosos del país, lo que eleva la media de forma notable.
En el extremo opuesto aparecen comunidades como Galicia, Andalucía o Castilla y León, donde el gasto medio por escolarización se sitúa por encima de los 1.700 euros, pero a una distancia significativa de los niveles registrados en Madrid o Cataluña. En la Comunidad Valenciana, el coste anual por alumno ronda los 2.134 euros, situándose en un punto intermedio. Estas diferencias territoriales reflejan, en gran medida, no solo el peso de la red privada y concertada en cada autonomía, sino también la distinta política de ayudas y becas que aplican los gobiernos regionales. A esta brecha geográfica se suman los datos recogidos por comparadores financieros, que confirman la existencia de un mapa desigual: mientras que los valencianos, catalanes y navarros figuran entre los que más gastan en la vuelta al cole, las familias de Extremadura, Canarias y Castilla-La Mancha se sitúan entre las que menos desembolso realizan, en muchos casos por debajo de los 400 euros en el equipamiento inicial.
La etapa educativa es otro factor decisivo. En términos generales, Primaria y Bachillerato suponen mayores desembolsos que la Secundaria. Ello se debe a varios motivos: en Primaria, la compra de libros y material es más intensiva, ya que muchos niños estrenan equipamiento completo cada curso. En Bachillerato, el encarecimiento deriva tanto del coste de los manuales como de las actividades y necesidades específicas asociadas a la preparación universitaria o de formación profesional. Por el contrario, en Secundaria suele ser más habitual el uso de programas de préstamo de libros y la reutilización de material.
Equipamiento inicial: un gasto ineludible
A los pagos de matrícula y cuotas se suma la obligación de equipar a los hijos para el curso. Según la OCU, este desembolso inicial supera los 520 euros por alumno. Dentro de este importe destacan los 203 euros en libros de texto, los 92 euros en material escolar y los 181 euros en uniforme en los centros donde es obligatorio. Además, se suman alrededor de 40 euros anuales para la asociación de madres y padres.
Aunque este gasto puede incrementarse en función de la necesidad de adquirir dispositivos electrónicos como tabletas u ordenadores, algunas comunidades ofrecen programas de préstamo de libros o ayudas específicas que alivian parcialmente la carga.
Subidas de precios y percepción social
El esfuerzo económico de la vuelta al cole no solo responde a los gastos habituales de matrículas, libros o uniformes, sino también a una tendencia clara: el encarecimiento sostenido de los productos escolares. Según datos del INE, desde 2022 los precios han aumentado de media un 18%. Este incremento se refleja especialmente en tres partidas esenciales: los libros de texto, con un alza del 13%; el material de papelería y dibujo, que se ha encarecido un 17%; y la ropa infantil, con un incremento del 11%.
Este contexto explica que, de acuerdo con la OCU, el 89% de las familias españolas se declare alarmada ante la escalada de precios. Para los hogares con varios hijos, el inicio de curso puede convertirse en una carga financiera estructural, ya que el gasto deja de ser un desembolso puntual de septiembre para convertirse en un lastre que condiciona la economía doméstica a lo largo del año. En la práctica, muchas familias reconocen que recurren a estrategias de ahorro, desde la compra anticipada o de segunda mano hasta la reutilización de uniformes y mochilas. Sin embargo, estas medidas solo alivian parcialmente una presión que se percibe cada vez más como una "segunda cuesta de enero" adelantada al final del verano.
Estrategias de ahorro y ayudas disponibles
La OCU y expertos financieros recomiendan anticiparse a los gastos, elaborar presupuestos por categorías y valorar qué compras son urgentes y cuáles pueden posponerse. Reutilizar mochilas y uniformes, recurrir a programas de préstamo de libros o adquirir manuales de segunda mano son prácticas que permiten ahorrar hasta un 20%.
Además, el acceso a ayudas públicas varía según la comunidad autónoma. Andalucía ofrece el Cheque Libro y deducciones fiscales; Castilla y León dispone del programa Releo Plus; Galicia permite deducir hasta 105 euros por hijo en la declaración de la renta; y en Cataluña se ha implantado un bono de 60 euros para material escolar. También existen becas de comedor, transporte o apoyo a alumnos con necesidades específicas en varias regiones.
Madrid y Cataluña afrontan
