Un análisis reciente del ‘Observatorio Trimestral del Mercado de Trabajo’, desarrollado por Fedea y BBVA Research, revela que menos de la mitad de las nuevas relaciones laborales con contrato indefinido ordinario iniciadas en 2022-2023 duraron un año o más. Los datos, presentados este lunes en la Universidad de Zaragoza, indican que la tasa de supervivencia de estas relaciones laborales ha disminuido notablemente.
La tasa de supervivencia de las relaciones laborales con contrato fijo ordinario ha caído 22 puntos porcentuales desde 2021 y 20,1 puntos desde antes de la pandemia del Covid-19 en 2019. Por otro lado, las relaciones iniciadas con contratos fijos discontinuos reflejaron una disminución de 24,4 puntos porcentuales en su tasa de supervivencia, igualándose ahora a las de contratos temporales.
En general, la tasa de supervivencia global de las nuevas relaciones laborales ha registrado un ligero incremento de 2,3 puntos porcentuales desde la última reforma laboral y de 3,5 puntos en comparación con 2019. Sobre el empleo, el segundo trimestre mostró un crecimiento del 0,6% en la afiliación a la Seguridad Social y del 0,8% en el avance de los puestos de trabajo según la Contabilidad Nacional Trimestral.
El empleo indefinido creció un 1,3% durante el segundo trimestre del año
En contraste, la ocupación temporal disminuyó un 0,6%, reduciendo la tasa de temporalidad hasta el 15,3%, mientras que la ocupación por cuenta propia se mantuvo estable. Este periodo también reflejó un aumento del 0,3% en las horas trabajadas.
En cuanto a la duración media de las relaciones laborales, tanto las iniciales como las reiniciadas han presentado un incremento. Actualmente, la duración acumulada media llega a 157 días, impulsada por un cambio hacia relaciones con mayor duración. Sin embargo, los contratos indefinidos ordinarios y los fijos discontinuos han visto un decrecimiento en su duración de 72 y 108 días, respectivamente. Desde 2019 hasta 2024, ha habido un notable descenso en el número de relaciones laborales iniciales (RLI) con contratos temporales, mientras que los contratos indefinidos ordinarios y fijos discontinuos han tenido un aumento significativo, con incrementos del 116,7% y del 666,9%, respectivamente.
La creación de empleo ha llevado la tasa de paro al 10,5%, su nivel más bajo desde el segundo trimestre de 2008. Ahora, menos de un millón de personas se encuentran en paro de larga duración. Paralelamente, el número de vacantes ha crecido un 2,1% trimestral, alcanzando casi 155,000, lo que representa 0,63 puestos por cada mil personas activas. Este crecimiento en las vacantes se aproxima al máximo del ciclo actual.
Por otro lado, las causas de extinción de las relaciones laborales han variado. Las bajas por fin de contrato temporal han disminuido significativamente, mientras que las razones como inactividad, no superar el período de prueba, y abandono voluntario han incrementado de manera notable. En los contratos indefinidos ordinarios, las bajas causadas por no superar el periodo de prueba ocurren, en promedio, 48 días antes que en 2021.
