Las acciones de ACS experimentaron este viernes una notable caída cercana al 8%, afectadas por las correcciones en el ámbito tecnológico que se han registrado esta semana. Esto se debe al temor a una posible burbuja en el sector de la Inteligencia Artificial (IA), sumado al hecho de que ACS había acumulado una subida del 48% desde enero. Al cierre de la sesión bursátil, las acciones se valoraron en 72,3 euros, reflejando un retroceso del 7,66% respecto al día anterior, situándose en niveles similares a los de hace casi un mes.
El declive sucede a pesar de que Juan Santamaría, consejero delegado de ACS, anunció una transformación significativa de la compañía hacia el ámbito tecnológico, centrándose en el crecimiento de centros de datos gracias a su reciente alianza estratégica con BlackRock. Estas instalaciones son fundamentales, entre otras cosas, para la alimentación de la IA.
Esta semana fue clave para el mercado con la presentación de resultados por parte de Nvidia, la empresa de chips crucial para la IA a nivel mundial. Aunque Nvidia superó las previsiones de los analistas, el mercado de las tecnológicas sufrió correcciones debido a las especulaciones sobre una posible burbuja por las altas expectativas en la IA.
El rally alcista de ACS iniciado en 2023, que le había permitido acumular un aumento del 156% desde entonces (y del 48% desde enero de 2023), también pudo influir en la jornada de recogida de beneficios, aprovechando la volatilidad de las tecnológicas.
Uno de los objetivos de ACS es ofrecer a sus accionistas una rentabilidad anual del 20% hasta 2030.
Esto incluiría dividendos, gracias al impulso en nuevas actividades relacionadas con infraestructuras digitales como centros de datos, fábricas de semiconductores y baterías, y sectores de minerales críticos, nucleares y defensa.
