La reciente reunión del Banco Central Europeo (BCE) concluyó con la decisión de mantener los tipos de interés, decisión que había sido ampliamente anticipada por analistas como JP Morgan Chase, quienes destacaron la claridad en la comunicación de esta medida. Sin embargo, el futuro de la política monetaria del BCE sigue siendo incierto, especialmente en el contexto de las tensiones comerciales entre Washington y Bruselas.
El BCE se enfrenta a un entorno complejo, marcado por ocho recortes consecutivos de tipos de interés en el último año, lo que ha llevado a situar los tipos en niveles considerados como «neutros». Según Madison Faller, estratega de inversiones de JP Morgan, es necesario esperar más señales de desaceleración económica antes de considerar un nuevo recorte.
El BCE se encuentra en una posición de espera, y aunque sigue sobre la mesa un recorte en septiembre, existe un debate real sobre el calendario
Este ambiente de incertidumbre no se limita al BCE. Casas de análisis como Ebury subrayan que la pausa en los recortes era esperada, dadas las magnitudes de las recientes bajadas y el nivel «objetivo» alcanzado. Christine Lagarde, presidenta del BCE, ha adoptado una postura moderadamente cautelosa, lo que ha influido en las expectativas del mercado respecto a futuros recortes.
Ulrike Kastens, economista sénior en DWS, ha señalado que las decisiones del BCE y la rueda de prensa posterior no aportaron grandes sorpresas. Lagarde insistió en que el BCE se mantendrá atento a los datos, adoptando un enfoque «reunión a reunión». Kastens destacó que un nuevo recorte de tipos parece tener poco margen, dado el desempeño económico mejor de lo esperado respecto a los riesgos actuales.
Por su parte, Konstantin Veit de Pimco considera que el ciclo de flexibilización monetaria del BCE está llegando a su fin. Aunque prevé una última bajada en septiembre para defender la previsión de inflación del 2% para 2027, Veit reconoce que existe una probabilidad significativa de que los tipos se mantengan estables.
Filippo Alloatti de Federated Hermes apunta que un acuerdo comercial con EE.UU. podría hacer innecesaria una bajada de tipos, a menos que los datos de agosto sean negativos
En resumen, la próxima decisión del BCE está condicionada no solo por las condiciones económicas internas de la Eurozona sino también por los desarrollos en la política arancelaria internacional. La institución mantiene la prudencia como su principal guía, aguardando nuevos datos antes de actuar.
