El fondo de inversión estadounidense BlackRock ha aumentado su participación en Repsol, elevándola hasta el 7,4%, la cifra más alta desde que entró en la compañía. Con este nuevo movimiento, BlackRock consolida su posición como el principal accionista de la energética española. En los últimos meses, la firma de Nueva York ha incrementado su participación en un 1,2% desde la notificación anterior de octubre, cuando poseía el 6,2% del capital.
Actualmente, BlackRock cuenta con más de 85,8 millones de acciones de Repsol, lo que representa una participación del 7,416% del total según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). A precios de mercado actuales, esta participación tiene un valor de más de 1.000 millones de euros, dado que los títulos de Repsol cerraron recientemente a 11,68 euros por acción, con una subida del 1,61%.
Este movimiento marca la primera vez que BlackRock supera el umbral del 7% desde que empezara a invertir en la compañía en 2010. Además, se destaca la participación de Norges Bank, que gestiona el fondo soberano de Noruega, con un 4,954%.
La semana pasada, Barclays mejoró su calificación sobre las acciones de Repsol, pasando de ‘neutral’ a ‘sobreponderar’, fijando un nuevo precio objetivo en 15 euros. Este cambio se debe a la confianza del banco en que la demanda de petróleo y los márgenes de refino se mantienen robustos.
Barclays considera que Repsol está mejor posicionada que sus competidores
En su análisis, el banco afirmó que el margen de refino de Repsol es superior al esperado y podría proporcionar un impulso a corto plazo. Los analistas también recibieron con agrado aclaraciones del consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, sobre el marco de capital de la empresa, lo que ayudó a disipar algunas preocupaciones del mercado. Barclays valoró la confianza de la dirección de la energética en sus planes de desinversión por valor de 2.000 millones de euros, lo que podría contribuir a mantener la remuneración a los accionistas.
Este próximo viernes, Repsol celebrará su junta general ordinaria de accionistas, donde se propondrá el abono de dos dividendos de 0,5 euros brutos por acción. Uno de ellos se pagará en julio y el otro en enero de 2026. Además, se someterá a aprobación una reducción de capital social de hasta 115,739 millones de euros, equivalente al 10% del capital social, mediante la amortización de un máximo de 115,739 millones de acciones propias.
Durante la presentación de resultados del ejercicio 2024 en febrero, Repsol ya había anunciado un dividendo complementario de 0,5 euros por acción, a cobrar en verano, sumando así un total de 0,975 euros por título para 2024, un 8,3% más que en el ejercicio anterior.
