El Gobierno de Brasil ha iniciado un proceso formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) para desafiar los aranceles de hasta el 50 por ciento impuestos por Estados Unidos. Según Brasil, estas tarifas «violan flagrantemente» los compromisos acordados por Washington. De acuerdo con el Ministerio de Exteriores brasileño, una «amplia gama» de productos se verá afectada por estas medidas que, además, sobrepasan los límites arancelarios fijados bajo las negociaciones de la OMC.
El Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva busca entablar consultas bilaterales con Estados Unidos para encontrar una «solución» negociada, a pesar de que el proceso no es inmediato. Brasil ha manifestado su «disposición para negociar».
Las partes deberían pactar «en las próximas semanas» la fecha y el lugar de esas supuestas consultas
Sin embargo, si Estados Unidos no acepta, Brasil se reserva el derecho de solicitar la creación de un panel que dirima en la disputa.
El presidente Lula, tras el anuncio de Trump, declaró que está «abierto al diálogo» pero destacó que las autoridades brasileñas trabajarán para proteger la economía nacional y dar respuesta a los nuevos aranceles, que atribuye a motivos políticos.
