El Gobierno chino ha reaccionado este domingo a las exenciones arancelarias sobre productos electrónicos anunciadas por Estados Unidos. Estas exenciones han sido calificadas por Pekín como un «pequeño paso» hacia la corrección de lo que consideran una decisión errónea. Sin embargo, China ha instado al presidente estadounidense a que reconozca este «error» y anule por completo los gravámenes adicionales impuestos el pasado 2 de abril.
Las medidas adoptadas en Estados Unidos, que fueron publicadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, limitan los gravámenes al excluir de dos tipos de aranceles a teléfonos inteligentes, ordenadores, microprocesadores y otros productos electrónicos. Estos gravámenes comprenden un arancel del 125% aplicado a China y un arancel base del 10% que afecta a casi todos los demás países.
El Ministerio de Comercio de China ha manifestado que actualmente está evaluando el impacto de estas exenciones, aunque considera que son insuficientes al evaluar que representan solo «un pequeño paso para corregir la práctica errónea que representan las tarifas recíprocas».
Desde el estallido de la guerra de aranceles, Estados Unidos no solo no ha conseguido resolver ningún problema interno, sino que ha socavado gravemente el orden económico y comercial internacional
En su comunicación, Pekín subraya que la guerra comercial ha interferido seriamente en la producción normal de empresas y en la vida cotidiana de las personas, perjudicando a numerosos sectores. En este contexto, el Gobierno chino hace un llamado a Estados Unidos para que «escuche las voces racionales» tanto dentro como fuera de sus fronteras. Además, insta a que dicha decisión sea seguida por «un gran paso para corregir sus errores» y a que se eliminen las prácticas que han llevado a la actual discordia, con el fin de retornar a un diálogo en términos igualitarios basada en el respeto mutuo.