Cirsa ya es una cotizada. El mayor grupo español de casinos y apuestas deportivas ha dado este miércoles, 9 de julio, el salto al parqué con una fuerte respuesta inversora. Con un precio de salida fijado en 15 euros por acción, la compañía recaudó cerca de 400 millones de euros en su oferta pública inicial (OPV), valorándose en 2.520 millones de euros. En su primera jornada bursátil, Cirsa cerró con una subida del 6,7 %, y una capitalización de mercado cercana a los 2.700 millones.
Fundada en Terrassa en 1978, Cirsa opera hoy en 11 países, con una cartera de 447 casinos, más de 50.000 máquinas recreativas, y presencia destacada tanto en el juego presencial como online, bajo marcas como Sportium o Apuesta Total. Propiedad del fondo estadounidense Blackstone desde 2018, la firma generó más de 2.150 millones en ingresos en 2024, con un EBITDA de 699 millones.
El objetivo de su salto a bolsa es doble: reducir deuda, que supera los 2.300 millones de euros, y reforzar su capacidad de inversión. La compañía espera canalizar los fondos hacia su plan de expansión internacional, especialmente en Latinoamérica, y mantener su ritmo de adquisiciones. Desde 2015, Cirsa ha cerrado más de 130 operaciones estratégicas, consolidando su liderazgo en el sur de Europa y América Latina.
El interés por su debut fue notable. La demanda superó hasta ocho veces la oferta inicial, según fuentes del mercado, y la colocación fue bien acogida por inversores institucionales internacionales. Sin embargo, las gestoras españolas mostraron ciertas reservas, principalmente por la naturaleza del negocio y los riesgos reputacionales asociados al juego: regulación más estricta, potenciales vínculos con adicciones, y el escrutinio social creciente en torno a este tipo de actividades.
Aun así, Cirsa se esfuerza en mostrarse como una compañía comprometida con el juego responsable y la sostenibilidad. Ha recibido certificaciones europeas en materia de cumplimiento, formación y responsabilidad social. Parte de sus operaciones técnicas -incluida la fabricación de máquinas- se realiza en España, y la firma promueve iniciativas internas de sostenibilidad, igualdad y movilidad eficiente.
El reducido free float, apenas el 18 %, ampliable al 20,7 %, puede limitar su liquidez en el corto plazo, pero sus fundamentales sólidos y una hoja de ruta clara refuerzan el atractivo a medio plazo. Con previsiones de crecimiento de ingresos del 6-8 % para este año y un EBITDA cercano a los 750 millones, Cirsa aspira a situarse en una posición aún más fuerte para liderar su sector en Europa y Latinoamérica.
Con su aterrizaje, Cirsa se convierte en una rara avis: una gran compañía de ocio y juego que cotiza en España, y que, pese a operar en un sector a menudo controvertido, ha demostrado capacidad de atracción para el capital. Su desempeño en los próximos trimestres será clave para consolidar la confianza del mercado y abrir la puerta a nuevas salidas en el sector del entretenimiento regulado.
Muere el empresario Miquel Suqué, presidente de Casinos Grup Peralada
