El bitcoin ha vuelto a captar la atención de los mercados al alcanzar este 11 de julio de 2025 un nuevo máximo histórico. La criptomoneda más popular del mundo ha superado los 117.600 dólares, marcando un hito sin precedentes y consolidando una tendencia alcista que se ha intensificado en las últimas semanas. Este nuevo récord llega después de que, en los días anteriores, ya hubiera superado otras barreras psicológicas importantes, como los 113.000 y 115.000 dólares, demostrando una fortaleza sostenida en su cotización.
Este ascenso ha sido impulsado por una combinación de factores estructurales y coyunturales. Uno de los principales motores detrás de esta subida ha sido el creciente interés institucional. Desde principios de año, los fondos cotizados (ETF) de bitcoin al contado han experimentado un notable aumento de entradas netas de capital. Grandes actores del sector financiero, como BlackRock, Fidelity o Bitwise, han liderado esta nueva ola de productos de inversión regulados, que permiten a los inversores institucionales y minoristas participar en el mercado de bitcoin con mayor seguridad y transparencia. Esta legitimación del activo ha servido como catalizador para atraer una demanda más estable y sofisticada, que contrasta con los ciclos especulativos del pasado.
Además del factor institucional, el entorno macroeconómico también ha jugado a favor del bitcoin. Las expectativas de que la Reserva Federal de Estados Unidos inicie un ciclo de recortes de tipos de interés en los próximos meses ha incrementado el apetito por activos alternativos. La perspectiva de una política monetaria más laxa debilita al dólar y hace que inversores busquen coberturas en activos no correlacionados, como el bitcoin, considerado por algunos como el “oro digital”. A esto se suma un clima político más favorable para las criptomonedas en EEUU, con señales de una posible regulación más clara y positiva bajo la actual administración.
El rally del bitcoin, sin embargo, no está exento de riesgos. A medida que el precio se adentra en territorios desconocidos, los analistas advierten que podrían producirse correcciones técnicas o tomas de beneficios. El mercado se encuentra ahora en una fase de descubrimiento de precios, sin referencias históricas claras por encima de los niveles actuales, lo que aumenta la volatilidad y la incertidumbre a corto plazo. Algunos expertos señalan que si el bitcoin consigue consolidarse por encima de los 118.000 dólares, podría buscar rápidamente la zona de los 120.000, aunque también existe la posibilidad de una retracción hacia niveles anteriores en caso de que falte impulso comprador.
Pese a estos posibles retrocesos, el consenso entre analistas del sector es optimista. El comportamiento del bitcoin en 2025 ha sido ejemplar, con una revalorización de más del 100% en lo que va de año, y un crecimiento del 25% solo en los últimos tres meses. Su creciente integración en portafolios diversificados, el respaldo de productos regulados, y una narrativa en torno a la escasez y la descentralización que sigue captando el interés de nuevas generaciones de inversores, hacen pensar que esta criptomoneda podría seguir escalando en el mediano y largo plazo.
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