El primer ministro de Canadá, Mark Carney, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han fijado un plazo máximo de 30 días para alcanzar un acuerdo comercial, especialmente en lo que respecta a aranceles. Este compromiso se estableció durante un encuentro paralelo a la cumbre del G7 en Kananaskis, Canadá. Ambos líderes han subrayado la necesidad de acelerar las conversaciones para lograr un pacto comercial en el próximo mes.
Carney confirmó en sus redes sociales su intención de continuar trabajando en esta dirección durante la cumbre y las próximas semanas, pese a que Trump ha abandonado la cita debido a las recientes tensiones entre Israel e Irán. A pesar de su salida, Trump manifestó que los dos países «pueden resolver algo» en torno a sus diferencias comerciales.
Trump, a pesar de declararse un amante de los aranceles, también reconoció que Carney tiene una idea más compleja, pero sigue siendo muy buena. El presidente estadounidense expresó confianza en que ambos países lograrán mucho.
Carney ha mantenido que tomará medidas en represalia tras el incremento por parte de Trump del 50% en los impuestos a las importaciones de acero y aluminio
Además, los vehículos fabricados en el extranjero enfrentan nuevos aranceles. Estados Unidos, que comparte acuerdos comerciales con Canadá y México, ha impuesto un gravamen del 25% a productos procedentes de estos países.
El desarrollo de estas negociaciones será crucial para las relaciones entre ambos países, dado el significativo impacto económico de los aranceles impuestos.
