Las expectativas de inflación en la eurozona experimentaron una notable disminución durante mayo, según la reciente encuesta del Banco Central Europeo (BCE). Después de experimentar un aumento consecutivo en marzo y abril, las tensiones comerciales con Estados Unidos parecen haberse aliviado, lo que ha contribuido a una baja en las expectativas inflacionarias de los ciudadanos.
Expectativas de inflación a corto y largo plazo
Los consumidores de la eurozona anticipan que la inflación se ubicará en 2,8% dentro de un año, una reducción respecto al 3,1% de abril y el 2,9% de marzo. Este es el nivel más bajo desde febrero. Asimismo, las proyecciones para los próximos tres años también se redujeron al 2,4%, frente al 2,5% del mes anterior. Por otro lado, las expectativas a cinco años se mantuvieron constantes por sexto mes consecutivo en el 2,1%.
La incertidumbre sobre las expectativas de inflación para los próximos 12 meses disminuyó en mayo, revirtiendo el aumento observado en abril
En cuanto a los ingresos, el BCE destaca un incremento en las expectativas de crecimiento de los ingresos nominales de los consumidores, que subieron a un 1% para los próximos 12 meses, en comparación con el 0,9% registrado en abril. De igual manera, la percepción de crecimiento del gasto nominal durante los 12 meses previos aumentó al 5%, aunque el crecimiento esperado para el siguiente año disminuyó ligeramente al 3,5%.
Perspectivas del mercado inmobiliario
En el sector inmobiliario, las expectativas de aumento en el precio de la vivienda se mantuvieron estables en un 3,2% para los próximos 12 meses, siendo los hogares con menores ingresos quienes proyectan un mayor incremento (3,5%) en comparación con aquellos con ingresos más altos (3,1%).
Por último, las previsiones para las tasas de interés hipotecarias en el próximo año reflejan una ligera disminución al 4,4% desde el 4,5% previo. No obstante, persiste la divergencia entre los distintos segmentos de ingreso: los hogares con ingresos más bajos esperan tasas de 4,9%, mientras que los de ingresos más altos anticipan un 4,1%.
El BCE mantiene su objetivo del 2% de inflación y actuará con firmeza ante desviaciones sostenidas
