El sector hotelero español no solo resiste, sino que se dispara. Según el último informe de Colliers correspondiente al primer semestre de 2025, la inversión hotelera ha alcanzado los 1.766 millones de euros, lo que representa un crecimiento interanual del 20 % y el tercer mayor registro histórico para un primer semestre. La cifra consolida al hotel como el activo inmobiliario estrella en un contexto de fuerte presión compradora y dinamismo inversor.
El dato cobra mayor relevancia al compararse con el total de los últimos doce meses (julio 2024 - junio 2025), donde la inversión acumulada supera ya los 3.600 millones de euros. En un mercado cada vez más competitivo, los hoteles españoles destacan por sus sólidos fundamentales: alta demanda, crecimiento sostenido del turismo y márgenes operativos al alza.
Canarias, a la cabeza del capital
El motor de este boom tiene nombre propio: Islas Canarias. Con un volumen de inversión de 648 millones de euros, representan el 37 % del total nacional. Gran parte de ese impulso viene de una operación histórica: la venta del Mare Nostrum Resort en Tenerife por 430 millones de euros, la mayor transacción individual jamás realizada en la historia hotelera de España. El complejo, adquirido por Spring Hotels, suma 1.037 habitaciones y múltiples activos asociados como el Hard Rock Café y un gran centro de eventos.
El podio lo completan Barcelona, con 377 millones en 12 operaciones -incluyendo transacciones corporativas como Generator y Motel One- y Baleares, con 282 millones también distribuidos en 12 compras. Madrid, en cambio, retrocede por falta de producto, cerrando apenas ocho operaciones por un total de 120 millones.

El segmento vacacional recupera el trono
El informe revela que el 63 % del capital se ha destinado a hoteles vacacionales, que recuperan su hegemonía tras ser superados por el segmento urbano en 2024. La operación del Mare Nostrum Resort, por sí sola, representa el 38 % de toda la inversión vacacional.
Este cambio obedece a una estrategia clara: los inversores están apostando por destinos maduros y modelos de reposicionamiento que maximicen retornos mediante reformas, eficiencia operativa y adaptación de marca. Todo ello, bajo un marco de demanda internacional en expansión y estrategias de desestacionalización en lugares tradicionalmente estacionales como Baleares.
El lujo manda… y sube el precio
La calidad también está marcando la pauta. Los hoteles de 4 y 5 estrellas acaparan el 74 % del total invertido, confirmando una clara preferencia por el turismo premium. De hecho, durante el primer semestre se han cerrado 12 operaciones solo en el segmento lujo.
Este sesgo tiene impacto directo en el precio medio por habitación, que marca un nuevo máximo en 188.624 €. La cifra representa un incremento del 12 % respecto al promedio del periodo post-COVID y responde tanto a la concentración en activos de alta gama como a la creciente escasez de producto prime en ubicaciones urbanas y vacacionales consolidadas.
Los nacionales toman el timón
Por segundo semestre consecutivo, el capital nacional lidera la inversión con una cuota del 64 %, equivalente a 1.122 millones de euros. Grupos hoteleros como Spring Hotels, Lopesán, Alexandre o Ilunion, así como entidades como Banca March y AX Partners, han protagonizado las operaciones más relevantes.
En el plano internacional, destacan actores como Brookfield, Real IS o Tristan Capital, con importantes apuestas paneuropeas. Francia, en particular, ha mostrado un dinamismo creciente con múltiples adquisiciones a través de firmas como Sofidy, AGP Hotels o Advenis.
Perspectivas: ¿rumbo a otro récord?
La segunda mitad del año arranca con viento a favor. Las reservas de verano muestran un crecimiento del 6 % y las expectativas para el invierno en Canarias son igualmente optimistas gracias al refuerzo de conexiones aéreas. A ello se suman varios cierres inminentes como la compra del portfolio de Silken (200 M€) o el Fairmont Alcaidesa (170 M€) por Activum SG.
Todo apunta a que 2025 podría superar los 3.000 millones de inversión anual, rebasando el volumen de 2024 y afianzando a España como uno de los destinos hoteleros más líquidos y atractivos del mundo.



