El presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, ha afirmado que el sector bancario europeo ha mostrado una notable capacidad de resistencia durante el reciente episodio de volatilidad en los mercados financieros. Esta situación favorable abre la posibilidad de llevar a cabo una revisión y simplificación de las normas regulatorias implementadas desde la crisis financiera global.
En su intervención en un acto organizado por Nueva Economía Fórum, Nagel resaltó la solidez y robustez del sector bancario europeo, lo que considera una buena noticia y un reflejo de las acciones tomadas en la última década. A pesar de esta fortaleza, también reconoció que la simplificación de algunas reglas podría ser necesaria como parte del proceso de revisión de las medidas. "Podríamos simplificar un poco las cosas", comenta el banquero central alemán.
Asimismo, subrayó que junto a sus homólogos del Banco de España y del Banco de Italia, ha iniciado un debate sobre la simplificación, enviando una carta a la comisaria de Servicios Financieros y de la Unión de Ahorros e Inversiones, Maria Luís Albuquerque, donde se plantean propuestas sobre posibles ajustes. “Esta carta que escribimos ha tenido una buena repercusión en Bruselas y puedo prometerles que seguiremos trabajando en ello”, afirmó, resaltando que “hay mucho margen” para la simplificación. Nagel también consideró que las obligaciones de información podrían ser excesivas y que existen oportunidades para mejorar en este ámbito.
A pesar de su apoyo a la simplificación, Nagel enfatizó la importancia de implementar Basilea III y expresó su esperanza de que esta iniciativa cuente con el respaldo de Estados Unidos.
En cuanto a su papel en el Banco Central Europeo (BCE), reiteró la importancia de contar con datos actualizados y las proyecciones económicas para la formulación de decisiones de política monetaria, especialmente en un entorno incierto. "Esta ha sido una estrategia de mucho éxito", indicó, manifestando su deseo de seguir este enfoque en la reunión del Consejo de Gobierno del BCE programada para junio. En esa ocasión, se anunciarán nuevas proyecciones macroeconómicas así como datos recientes sobre la evolución en la zona euro. "Lo mejor que podemos hacer es esperar a la reunión de junio, ser prudentes y ver cuáles son los datos que nos presentan en ese momento y cualquier otra información adicional. Y ahí tomaremos las decisiones que correspondan", concluyó.
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