El IBEX 35 retrocede este jueves un 0,36%, situándose en torno a los 16.040 puntos, después de haber cerrado la víspera en 16.098. A pesar del ligero descenso, el principal indicador de la Bolsa española se mantiene claramente por encima de la barrera psicológica de los 16.000 puntos, un nivel que consolida los máximos alcanzados a finales de octubre y que no se veía desde antes de la crisis financiera de 2008.
La sesión está marcada por el fuerte retroceso de Aena, que cae alrededor de un 5%, lastrada por la recogida de beneficios tras sus resultados trimestrales y la revisión a la baja de previsiones en el sector turístico. Su desplome se convierte en el principal freno de la jornada, afectando al conjunto del índice y contrarrestando el tono positivo de la banca.
Aena arrastra al sector turístico
La corrección de Aena se explica por la cautela de los inversores ante un posible estancamiento en el tráfico aéreo durante el invierno y por la presión de los costes operativos. También valores vinculados al turismo, como IAG o Amadeus, registran descensos, reflejando la sensibilidad del sector a la desaceleración del consumo en Europa.
Pese al tropiezo de las infraestructuras, el IBEX se mantiene firme gracias al empuje del sector bancario. Santander, BBVA y Caixabank continúan beneficiándose del entorno de tipos de interés elevados, que ha impulsado sus beneficios a niveles récord. También las energéticas y compañías de renovables aportan estabilidad, apoyadas en la moderación de los precios del petróleo y en la continuidad de la inversión en transición verde.
Los analistas subrayan, sin embargo, que el rally del IBEX se apoya en un grupo limitado de grandes valores, mientras que buena parte de las compañías medianas permanecen rezagadas. Sectores como telecomunicaciones o consumo siguen afectados por el enfriamiento económico y los costes elevados.
Con una revalorización cercana al 35% en lo que va de año, el IBEX 35 se mantiene entre los índices europeos con mejor desempeño en 2025. El contexto de inflación moderada y la expectativa de que el Banco Central Europeo mantenga estables los tipos han reforzado la confianza de los inversores.
