El Ibex 35 cotiza este viernes con un tono de cautela, en una sesión marcada por el vencimiento de derivados y por los habituales ajustes de carteras de final de año. Tras las subidas acumuladas en las últimas semanas y el acercamiento a máximos históricos, el selectivo español muestra movimientos contenidos y sin una tendencia clara.
La jornada está dominada por la prudencia inversora, con escaso volumen y rotación entre sectores. Los grandes valores del índice registran un comportamiento dispar, lo que limita avances más sólidos y refleja la falta de catalizadores de corto plazo en el mercado doméstico.
La banca, uno de los motores del Ibex en 2025, alterna ligeros avances y recortes, mientras que las energéticas y las compañías de perfil defensivo aportan cierta estabilidad al índice. En cambio, algunos valores de telecomunicaciones y consumo muestran mayor debilidad, presionados por la recogida de beneficios.
En el plano internacional, los inversores siguen pendientes de la evolución de la política monetaria y de las referencias macroeconómicas globales, en un contexto de menor actividad ante la proximidad de las fiestas navideñas. Este entorno favorece sesiones con movimientos técnicos más que con tendencias de fondo.
A la espera del cierre del ejercicio, el balance anual del Ibex 35 sigue siendo positivo, apoyado en la fortaleza de sectores clave y en la mejora de los resultados empresariales. El mercado afronta las últimas sesiones del año con la vista puesta en consolidar niveles y preparar el terreno para 2026.


