El IBEX 35 afronta la sesión de este jueves con un movimiento moderadamente alcista que le permite afianzarse por encima de los 16.700 puntos, un nivel que se ha convertido en referencia para medir la fortaleza del mercado español en la recta final del año. La jornada se desarrolla con un tono de prudencia, condicionado por las señales mixtas procedentes de Estados Unidos y por la debilidad mostrada en las últimas horas por varios valores tecnológicos internacionales.
Los inversores asimilan todavía las repercusiones de la reciente decisión de la Reserva Federal, que ha optado por un nuevo recorte de tipos para estimular la economía. Aunque esa medida suele favorecer a la renta variable, el mensaje prudente del organismo y las dudas sobre el calendario de futuros ajustes han moderado el entusiasmo inicial en los parqués europeos.
En este contexto, el selectivo español muestra una resistencia notable. Los grandes bancos cotizan con ligeras subidas, apoyando al índice, mientras que las compañías energéticas mantienen un comportamiento estable, actuando como contrapeso frente al nerviosismo que llega desde Wall Street. La caída de algunos gigantes tecnológicos estadounidenses, que ha contagiado a los futuros europeos, ha limitado el margen de avance, pero no ha impedido que el IBEX conserve sus recientes niveles máximos.
El mercado español, que viene encadenando semanas de tendencia positiva, continúa beneficiándose del flujo de inversión hacia sectores tradicionales que han ofrecido estabilidad en un año marcado por la volatilidad. La proximidad del cierre anual añade además un componente técnico: muchos gestores están ajustando carteras, lo que incrementa el volumen y genera oscilaciones puntuales.
De cara al cierre de la sesión, analistas coinciden en que el soporte de los 16.700 puntos será clave para evaluar la solidez del rebote. Si el índice logra terminar la semana por encima de este umbral, reforzará la idea de que el tramo final del año podría estar dominado por un tono constructivo, siempre condicionado por los datos macroeconómicos pendientes y por la evolución de los mercados internacionales.


