El Ibex 35 experimentó un tímido rebote del 0,15% al alcanzar los 14.727,5 puntos a mediodía de este miércoles. Este incremento se produjo tras las fuertes caídas del día anterior, en las que el índice había cedido un 1,5%. La atención se centró en los mercados de deuda, influenciados por la salud fiscal global, la independencia de la Reserva Federal (Fed) de EE.UU. y los aranceles estadounidenses. Según expertos de Banca March, «estos retrocesos son una toma de beneficios natural y saludable, siendo prematuro hablar de un cambio de tendencia».
En Europa, el índice PMI compuesto mostró una ligera aceleración en la actividad económica de la zona euro durante agosto, alcanzando los 51 puntos. España lideró el ranking con una lectura de 53,7 puntos, mientras que Francia experimentó una contracción al registrar 49,8 puntos. Mientras tanto, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, inauguró una conferencia en Francfort, donde se espera su intervención sea determinante para los mercados europeos.
Por la tarde, Estados Unidos publicará datos relevantes del mes de julio, como los pedidos a fábrica y la encuesta de vacantes de empleo JOLTS. Según expertos de Banca March, «aunque el empleo muestra signos de debilitamiento, los últimos datos de confianza empresarial reflejan optimismo de cara al cierre del año».
A nivel político, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado su intención de acudir al Tribunal Supremo. Su objetivo es revocar un fallo que declara ilegales muchos de sus aranceles. Trump afirmó desde la Casa Blanca:
Vamos a acudir al Tribunal Supremo porque necesitamos una decisión rápida. Vamos a solicitar una resolución urgente
En el ámbito bursátil, las subidas más destacadas del Ibex 35 se las llevaban empresas como Puig, ArcelorMittal y Redeia, mientras que Unicaja lideraba las caídas. En el resto de Europa, las bolsas de Londres, Milán, Fráncfort y París también mostraban cierta recuperación.
En cuanto al mercado de materias primas, el precio del crudo Brent bajó un 1,65%, situándose en 68,01 dólares por barril. El oro, por otro lado, se consolidó como activo refugio al alcanzar un nuevo máximo histórico de 3.546 dólares.
Finalmente, en el mercado de deuda, los bonos a 30 años de EE.UU. y Reino Unido marcaron máximos históricos en el interés exigido, lo que reflejó una tensión más evidente en comparación con Europa.
