El índice de precios de consumo (IPC) de China registró en noviembre una subida interanual del 0,7%, según informó la Oficina Nacional de Estadística (ONE). Este incremento representa una aceleración respecto al alza del 0,2% en octubre y constituye el nivel más alto en 21 meses. Así, la tasa de inflación interanual en China ha mantenido a raya la deflación por segundo mes consecutivo, aunque el promedio de inflación de los primeros once meses de 2025 se mantiene en 0%.
No obstante, la inflación subyacente, que excluye alimentos y energía, aumentó un 1,2% interanual en noviembre. Por otro lado, los precios de producción industrial continuaron en descenso, con una caída del -2,2% en noviembre, extendiendo a 38 meses la secuencia deflacionaria en este sector.
El principal motor detrás del aumento del IPC fue un incremento de los precios de los alimentos, señalando un alza del 0,2% impulsado por el encarecimiento de las verduras frescas en un 14,5%. Lynn Song, economista jefe para China de ING Research, destacó que "el reciente impulso positivo del IPC podría generar una pequeña lectura positiva para 2025 en su conjunto". Sin embargo, añadió que no espera que esto limite la flexibilización de la política monetaria del Banco Popular de China el próximo año.
Song también mencionó que, de cara al futuro, "se ha centrado la atención en lograr un buen comienzo para 2026", año inicial del próximo Plan Quinquenal. Esto sugeriría la posibilidad de implementar una nueva serie de políticas de apoyo a inicios del próximo año. Según las estimaciones del economista, podrían registrarse recortes de tipos de 20 puntos básicos en 2026 como parte de dichas medidas.
