El Índice de Gestores de Compras (PMI) de Estados Unidos se desaceleró en septiembre, registrando 53,6 puntos, una disminución desde los 54,6 enteros anotados en agosto. Esta información fue revelada por S&P Global en su lectura provisional del informe mensual. La ralentización de la actividad se observó por segundo mes consecutivo, impulsada por un menor incremento de la demanda, afectando tanto a la industria como a los servicios. Ambas áreas experimentaron mejoras más moderadas en comparación con el mes anterior. La creación de empleo, asimismo, mostró un ritmo de moderación.
Las empresas han identificado nuevamente los aranceles como la principal causa del «fuerte aumento de los costes». Sin embargo, la demanda amortiguada y la «dura competencia» han limitado la capacidad de las empresas para trasladar estos costes a los precios de venta, que han subido al ritmo más lento desde abril. Adicionalmente, ventas menos dinámicas de lo esperado han contribuido a un aumento histórico en los niveles de existencias de productos manufacturados pendientes de venta, de acuerdo con el informe de S&P.
A pesar de estos desafíos, la confianza empresarial en las perspectivas futuras ha mejorado, en parte debido a la esperanza de que las bajadas de tipos de interés puedan mitigar algunos de los efectos negativos de los aranceles y la incertidumbre política.
El economista jefe del área de empresas de S&P Global Market Intelligence, Chris Williamson, destacó que «los datos de la encuesta siguen indicando que la inflación al consumo se mantendrá por encima del objetivo del 2% del banco central en los próximos meses»
El análisis de Williamson también sugiere que los datos de la encuesta son coherentes con una mejora anualizada del PIB del 2,2% durante el tercer trimestre de 2023. Sin embargo, el PMI de servicios descendió en septiembre a mínimos de tres meses, con 53,9 puntos, en comparación con los 54,5 registrados en agosto. De manera similar, el índice del sector industrial se redujo de 53 puntos a 52 enteros.
