El Índice de Gestores de Compras (PMI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos experimentó una desaceleración en diciembre, cayendo a 53 puntos desde los 54,2 registrados en noviembre, según los datos provisionales proporcionados por S&P Global. Esta tendencia marca una mínima actividad económica no vista desde junio y supone el menor aumento de nuevos pedidos en los últimos 20 meses.
La demanda de servicios mostró un crecimiento apenas «modesto», mientras que la demanda de productos industriales cayó por primera vez en un año. Este panorama debilitó la confianza empresarial a un año vista, lo cual también ralentizó la creación de empleo, que se mantuvo en niveles calificados como «mínimos».
En un contexto de presiones inflacionistas intensificadas «notablemente», el aumento de los precios de venta se aceleró, alcanzando uno de los incrementos más rápidos desde mediados de 2022. Las empresas trasladaron este encarecimiento a los consumidores con la mayor intensidad en algo más de tres años, citando los aranceles como la principal causa.
Los signos de debilidad también son generalizados, con un estancamiento casi total de los nuevos encargos en el gran sector servicios que vino acompañado de la primera caída de los pedidos industriales en un año
Chris Williamson, economista jefe del área de empresas de S&P Global Market Intelligence, señaló que las empresas han perdido parte de su confianza en las perspectivas, restringiendo la contratación en diciembre frente a un entorno empresarial más complicado.
El análisis de Williamson sugiere que los datos de diciembre son compatibles con una mejora anualizada del PIB trimestral del 2,5%. En lo que respecta al PMI del sector servicios, este se moderó a 52,9 puntos desde los 54,1 de noviembre. Asimismo, el sector industrial también mostró una disminución, bajando de 52,2 a 51,8 enteros.
Las empresas también han perdido cierta confianza en las perspectivas y han restringido la contratación en diciembre, en consonancia con un entorno empresarial más difícil
