El Tesoro Público de España ha logrado colocar un total de 5.037,8 millones de euros en su última subasta de deuda a medio y largo plazo, reduciendo la rentabilidad ofrecida a los inversores para las cuatro referencias emitidas. Esta emisión, según los datos del Banco de España, recibió una demanda que superó los 11.217 millones de euros, más del doble de la cantidad finalmente adjudicada.
En detalle, se emitieron varias obligaciones del Estado: a 7 años con un cupón del 3%, donde el Tesoro captó 1.815,16 millones frente a una demanda de 3.745,187 millones. Asimismo, se colocaron obligaciones a 9 años y 9 meses con un cupón del 1,85%, adjudicando 1.208,237 millones de una solicitud de 3.171,74 millones.
También se lanzaron obligaciones indexadas a la inflación de la zona euro a 10 años, con un cupón del 1,15%, donde se colocaron 533,981 millones respecto a una demanda de 1.268,984 millones. Finalmente, para obligaciones a 15 años, con un cupón del 3,50%, el Tesoro adjudicó 1.480,427 millones bajo unas solicitudes que alcanzaban los 3.031,458 millones.
En esta emisión, se observó una importante reducción en la rentabilidad marginal: las obligaciones a 7 años pasaron del 2,929% al 2,853%, las de 9 años y 9 meses bajaron del 3,420% al 3,115%. Las obligaciones a 10 años indexadas a la inflación disminuyeron del 1,494% al 1,397% y las de 15 años del 3,676% al 3,621%.
Perspectivas para el cierre de noviembre y el programa de financiación para 2025
Después de estas operaciones, el Tesoro volverá al mercado el 11 de noviembre, con una subasta de letras a 3 y 9 meses, y otra el 20 de noviembre para bonos y obligaciones, cerrando así el mes. El pasado martes, ya se habían colocado 5.028,4 millones de euros en una subasta de letras.
En línea con sus estrategias, a finales de septiembre, el Tesoro Público comunicó un recorte de 5.000 millones de euros en sus necesidades de financiación para este año, atribuido a la fortaleza del crecimiento económico del país. Con ello, la emisión neta pasará de los 60.000 millones previstos a 55.000 millones de euros.
El coste medio de la deuda en circulación se ubica en el 2,28%, un aumento modesto desde el mínimo histórico de 2021.
Para 2025, se ha reforzado el programa de financiación verde, diversificando la base inversora y continuando con la emisión de bonos verdes. El objetivo es mantener la carga financiera sobre el PIB cerca del 2%, lejos del máximo del 2,92% registrado en 2014.
