Los nuevos aranceles del 20% impuestos por Estados Unidos a los productos de la Unión Europea entraron en vigor este miércoles. Esta medida se produce después de que la Casa Blanca aplicara un arancel universal del 10% la semana pasada y anunciara un aumento progresivo para ciertas regiones y países a partir de este 9 de abril.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha calificado estas medidas como «aranceles recíprocos». Según su argumentación, esta estrategia proteccionista es la única manera de curar los déficits financieros «masivos» con China y la Unión Europea, a la vez que busca proteger sectores clave de la economía estadounidense. Además, Estados Unidos ha implementado desde hoy una nueva ronda de aranceles del 50% a China, lo que eleva los total de gravámenes al país asiático hasta el 104%.
Como respuesta a la política arancelaria de Trump, la Comisión Europea ha propuesto una nueva tanda de aranceles del 25% sobre productos estadounidenses. La recaudación de estos aranceles se activará en tres fechas diferentes: el 15 de abril, el 16 de mayo y el 1 de diciembre, esta última únicamente para soja y almendras. La semana pasada, durante lo que el presidente estadounidense denominó ‘Día de la Liberación’, se anunciaron otros aranceles, incluyendo tarifas del 24% para Japón, del 46% para Vietnam, y del 26% para otros países como Corea del Sur, Tailandia y Suiza.
Además del arancel general del 20% aplicado a la UE, algunos productos ya estaban sujetos a tarifas especiales, como el acero y el aluminio, vehículos, vinos y productos agrícolas. Estados Unidos ha estado aplicando un arancel del 25% al acero y aluminio desde el pasado 12 de marzo, cuyo impacto Bruselas estima en 28.000 millones de dólares.
La Casa Blanca también ha anunciado un arancel del 25% a los países que importan petróleo o gas de Venezuela. Por otra parte, desde el 3 de abril, se implementó un arancel del 25% a las importaciones de automóviles, lo que afecta notablemente a la relación comercial con Canadá. Este país, que hasta ahora había eludido los aranceles anteriores, ha respondido implementando un arancel del 25% a los vehículos manufacturados en Estados Unidos que no cumplan con las especificaciones del T-MEC, el tratado que tienen con México.
El primer ministro canadiense, Mark Carney, ha indicado que habrá aranceles del 25% sobre todos los vehículos no conformes descontando que, a raíz de estas decisiones, las tensiones comerciales entre ambos países se intensifican. El mandatario canadiense expresó en un post que «el presidente Trump provocó esta crisis comercial y Canadá está respondiendo con propósito».
Entre los aranceles anunciados por Estados Unidos, aún pendientes de aplicación, se encuentran tarifas del 25% o más para productos energéticos, semiconductores y farmacéuticos, cuyo anuncio se realizó el 18 de febrero. Según Trump, estas tarifas podrían incrementarse en el transcurso del año, brindando tiempo a las empresas para trasladar sus fábricas a territorio estadounidense.
La Administración Trump también señaló su intención de imponer aranceles especiales a productos agrícolas, aunque no se han definido los porcentajes correspondientes. A su vez, Trump amenazó a la UE con un arancel del 200% a vinos y productos alcohólicos si se aplicaba un gravamen del 50% al whisky estadounidense, lo que llevó a la Comisión Europea a excluir el bourbon y el vino de una lista inicial de productos estadounidense a los que se aplicarían hasta un 25% de aranceles.
