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Mercados e inversión

Prudencia o audacia: ¿es el momento de recoger beneficios y desinvertir en Inteligencia Artificial?

Con varias de las compañías relacionadas con Inteligencia Artificial rozando máximos en bolsa, nos preguntamos si es el momento de retirarse de este sector

¿Es el momento de recoger beneficios y desinvertir en Inteligencia Artificial?
Por Mario Talavera

Es el caso paradigmático que refleja el éxtasis que reina en los mercados con la Inteligencia Artificial. Hace un año, las acciones de Nvidia se compraban a un precio de 304 dólares cada una, mientras que un año después, en la presentación de resultados, ese precio coquetea con los 950 dólares.

Que una compañía triplique su valor en bolsa en un año no es lo más habitual, sobre todo en el caso de empresas consolidadas como es Nvidia que, no obstante, en estos doce meses ha pasado de tener un negocio estable a ver la Inteligencia Artificial como una fuente de crecimiento que no se agota conforme pasan los meses.

Sin ir más lejos, hace tres meses observábamos que la acción se situaba en 674 dólares y ya llevaba tras de sí una revalorización importante que, sin embargo, no se ha detenido. Nvidia es el ejemplo que más rápido viene a la mente, pero no la única empresa que crece sin parar al calor del boom de la Inteligencia Artificial.

Juan José Fernández-Figares, de Link Securities, explica a Capital que, si bien es cierto que el precio se ha incrementado, también lo han hecho los beneficios. Como dice, la revalorización descuenta el beneficio futuro, pero el precio de la acción ha subido un 208% en un año, mientras que los beneficios lo han hecho mucho más.

Así que, si lo miramos con perspectiva, "las acciones están más baratas que hace un año", defiende el experto de Link Securities. Sin embargo, no duda de que sucederá como en el pasado, con la burbuja de los primeros años de internet: "Habrá que separar el grano de la paja", así que unas compañías gozarán del crecimiento y otras, darán marcha atrás.

Otra fuente hace referencia a que se trata de una burbuja. "Nadie sabe cómo evoluciona", advierte. En esa línea, subraya que "Está todo inflado", pero la pregunta clave, la de si seguirá una evolución ascendente o no, sigue sin respuesta: "Por definición, no se puede anticipar la dinámica de una burbuja".

Además de Nvidia, existen un buen número de compañías del sector que están disfrutando de un rally a lo largo de este año. En este capítulo se puede hablar de gigantes como Meta (91%), Microsoft (+36%) o Alphabet (43%), pero también de empresas auxiliares, de las que proporcionan semiconductores y componentes para hacer posible la Inteligencia Artificial.

"El foco se ha puesto en las que fabrican los semiconductores para los grandes que van a procesar la IA", señala Fernández-Figares. Ahí encontramos nombres como Advanced Micro Devices, que ha incrementado su valor un 55% en el último año, también Applied Materiales, cuyo precio se eleva un 75%, mientras que Taiwan Semiconductor Manufacturing goza de una revalorización del 72%. Entre ellas, la reina es Super Micro Computer, que desde enero ha triplicado su valor, pero en el último año la apreciación alcanza el 453%.

¿Salir o quedarse?

Como nos comentan los expertos, los precios están en su punto más alto, así que persiste la incógnita de si traspasarán esa barrera o no. El experto de Link Securities opina que esta escalada de las acciones "está descontando crecimientos futuros salvajes". Pero eso no es necesariamente malo, porque Fernández-Figares piensa que "algunas los van a tener", eso sí, las más fuertes.

Sin embargo, deja claro que la prudencia y la diversificación deben guiar la inversión: "No pondría todo mi dinero en estas compañías", resume, si bien reconoce que habrá "mucho desarrollo" en la producción de semiconductores, que es en lo que trabajan muchas de las compañías de este texto.

Asimismo, hay que mirar con perspectiva, puesto que la Inteligencia Artificial se destaca como un punto de apoyo para la productividad de las empresas, pero puede acabar convirtiéndose en una tecnología accesoria, no en el centro de una nueva revolución tecnológica.

En esa línea, además de la producción de semiconductores, la electricidad representa un campo de interés, puesto que los ordenadores que procesan la IA requieren un alto consumo energético. De ahí que esta sea otra de las incógnitas del posible desarrollo de la Inteligencia Artificial.

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