El reciente estudio del Observatorio de Patentes y Tecnología de la Oficina Europea de Patentes (OEP), en colaboración con Fraunhofer ISI, destaca a España como líder en el crecimiento de patentes originadas por organismos públicos de investigación (OPI) en Europa. Desde 2001, España ha experimentado un impresionante aumento del 365% en estas solicitudes de patentes, alcanzando un total de 2.994, lo que equivale a cuadruplicar las cifras iniciales.
En comparación con otros países, España se posiciona como el quinto país más activo en Europa en términos de solicitudes de patentes llevadas a cabo por OPI. Este logro coloca a España junto a potencias como Francia, Alemania, Países Bajos y Bélgica. La innovación española se traduce en un innegable fortalecimiento de la competitividad europea, según António Campinos, presidente de la OEP.
La investigación pública es una de las mayores fortalezas de Europa
Bélgica aparece como el segundo país con mayor incremento, presentando un aumento del 172% en sus solicitudes. Francia, Países Bajos y Alemania también muestran aumentos significativos, aunque menos pronunciados que el de España.
Colaboración internacional y nuevas empresas
El estudio también resalta el papel de la colaboración internacional en la innovación. Más de la mitad de las patentes académicas de los OPI españoles incluyen varios solicitantes, y un significativo 17% son resultado de colaboraciones entre países europeos. España mantiene un entorno vibrante para la creación de startups basadas en investigación, con 97 de estas iniciativas vinculadas a las solicitudes de patentes presentadas a la OEP.
En un contexto más amplio, Francia y Alemania continúan liderando en solicitudes totales de patentes, pero es importante resaltar la significativa proporción de inventos procedentes de los OPI de España. Estas contribuyen con un 11,9% de las patentes europeas, reflejando la relevancia de las instituciones de investigación españolas.
En cuanto a los sectores tecnológicos predominantes, se destacan la biotecnología, los productos farmacéuticos y otras áreas clave de investigación aplicada, situando a los OPI de Europa en la vanguardia de la innovación mundial. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España se posiciona en el noveno puesto entre los OPI más activos del continente, con 1.069 solicitudes de patentes europeas durante las últimas dos décadas.
