Un reciente informe de la Universidad de las Hespérides ha revelado que España enfrenta un déficit habitacional de 423.000 viviendas nuevas, un problema alimentado por trabas administrativas y la escasez de mano de obra en el sector de la construcción. Este déficit, acumulado en la última década, ha contribuido significativamente al incremento de precios en el mercado inmobiliario, el cual ha visto un aumento del 53% en el precio de la vivienda desde 2013, mientras que los alquileres han crecido entre un 7% y un 8% anual desde 2015.
Según el informe, los trámites para la calificación de suelo y la obtención de licencias de obra nueva exigen, en promedio, más de catorce meses, lo que dificulta la capacidad de respuesta del sector. Los expertos también han señalado que la fuerza laboral de la construcción está envejeciendo y carece de la cualificación necesaria, lo que limita aún más el desarrollo de nuevas viviendas. Como resultado, el 39,4% de los hogares en España destina más del 40% de sus ingresos al alquiler, lo que coloca a España en una posición desfavorable en comparación con otros países de la UE.
El control de alquileres en Barcelona ha reducido la oferta en un 15% y ha provocado deterioro de las viviendas
El mercado de alquiler, que concentra el 18,7% de los hogares, presenta una alta proporción de pequeños propietarios y una oferta de alquiler social que apenas alcanza el 1,5% del total del parque de viviendas. A pesar de la intención de estabilizar precios, las políticas de control de alquiler han tenido efectos adversos, como el deterioro de la calidad del parque habitacional e impedimentos para que los hogares de bajos ingresos accedan a una vivienda adecuada.
Los académicos proponen la implementación de políticas integrales y multidimensionales que aborden los problemas estructurales tanto en la oferta como en el acceso a la vivienda para los grupos más vulnerables. Estas recomendaciones incluyen mejorar la seguridad jurídica y certidumbre regulatoria, agilizar trámites administrativos, y fomentar la rehabilitación y renovación del parque habitacional a través de incentivos fiscales y fondos europeos.
Para garantizar el acceso a la vivienda en España es necesario un enfoque integral que combine reformas estructurales e incentivos a la oferta
Asimismo, es crucial fomentar la capacitación profesional en el sector de la construcción para atraer talento joven y asegurar la sostenibilidad de la industria. En última instancia, lograr un acceso equitativo a la vivienda en España requiere un enfoque que contemple las particularidades de cada región para evitar soluciones homogéneas que puedan resultar en ineficiencias.
