La Ecoplanta de Tarragona, un proyecto liderado por Repsol, se ha convertido en un ejemplo a nivel internacional al ser reconocida como uno de los seis casos de éxito destacados en el informe del grupo Sustainable Business COP (SBCOP), presentado esta semana en Belem, Brasil. Este informe, estrechamente vinculado a la presidencia de la COP30, celebra los avances en transición energética y sostenibilidad empresarial, dedicando especial atención a los combustibles sostenibles.
El innovador proyecto destaca como un avance crucial hacia la descarbonización, transformando residuos sólidos urbanos no reciclables en metanol renovable y circular a través de tecnología de gasificación avanzada. Con una inversión de 800 millones de euros, la planta procesará anualmente aproximadamente 400.000 toneladas de residuos, generando 240.000 toneladas de metanol. Esta innovación no solo apunta a reducir las emisiones de CO2 equivalentes en 3,4 millones de toneladas en su primera década, sino que también impulsa la economía circular y la sostenibilidad.
Un futuro prometedor para el transporte y los materiales circulares
Prevista para iniciar operaciones en 2029, la Ecoplanta ha capturado la atención de la Unión Europea, siendo seleccionada para recibir fondos del Innovation Fund debido a su potencial para bajar las emisiones y su carácter innovador. El metanol producido se destinará al transporte marítimo y por carretera, así como a la producción de gasolina y diésel renovables. Además, tiene aplicaciones prometedoras en la fabricación de combustible sostenible para aviación (SAF).
Consolidando su posición como una referencia internacional, la Ecoplanta ha establecido acuerdos, como el firmado el pasado octubre con Norwegian Cruise Lines Holding, para el suministro de metanol renovable.
La presentación del informe reunió a representantes gubernamentales y del sector empresarial durante la cumbre climática en Belem, reforzando el papel de la Ecoplanta como emblema de innovación en economía circular y transición energética en Europa. Este proyecto no solo representa un hito para Repsol, sino también una señal de esperanza hacia un futuro más sostenible y responsable con el medio ambiente.
