El índice CAC 40 de la Bolsa de París experimentó este martes su apertura más bajista en comparación con los otros principales mercados europeos. Este comportamiento negativo se debe a la incertidumbre política en Francia, después de que el primer ministro, François Bayrou, anunciara que su Gobierno se someterá a una cuestión de confianza en la Asamblea Nacional en septiembre. Si el Gobierno no supera esta votación, significará su caída inmediata.
En la primera hora de negociación en la plaza parisina, solo Hermès y Louis Vuitton mostraron leves subidas, con incrementos del 0,62% y 0,17% respectivamente. Sin embargo, el sector bancario soportó las principales caídas, siendo los más afectados Société Générale, BNP Paribas, Crédit Agricole y Axa, con descensos de 7,67%, 7,05%, 6,31% y 5,64%, respectivamente. Estos movimientos destacan la situación delicada del mercado financiero francés en la actualidad.
En el mercado secundario de deuda, la rentabilidad del bono francés a 10 años alcanzó el 3,530%, el nivel más alto desde marzo. Este aumento sugiere una presión creciente sobre el costo de financiamiento del país, reflejando la desconfianza de los inversores.
Medidas económicas y desafío político
El pasado mes de julio, Bayrou presentó un plan económico con medidas de ahorro cercanas a los 44.000 millones de euros, incluyendo la eliminación de dos días festivos nacionales y la congelación de ciertas prestaciones públicas. Bayrou enfatizó la gravedad de la situación durante un comunicado, señalando que:
Durante 20 años, cada hora del día y de la noche, la deuda ha aumentado 12 millones de euros adicionales
El uso de la cuestión de confianza en septiembre planteará un desafío crítico para el Ejecutivo, ya que vincula la aprobación de estas medidas económicas a su permanencia en el poder. La situación se complica por la movilización social convocada por la izquierda para el 10 de septiembre, destinada a protestar por unos presupuestos que, según argumentan, perjudican a la clase media mientras dejan intactas a las grandes fortunas y empresas. La sesión extraordinaria del 8 de septiembre será clave para determinar el futuro inmediato del Gobierno francés.
