Las ventas de la industria automovilística en Alemania sufrieron una reducción del 5% en 2024, tras un periodo de crecimiento constante durante los tres años anteriores. La facturación total se situó en 536.000 millones de euros, en contraste con los 564.000 millones de euros del ejercicio anterior. Este cambio ha resultado en la pérdida de casi 19.000 puestos de trabajo en el sector, dejando a cerca de 761.000 empleados en la industria a finales del año pasado, en comparación con los 780.000 de 2023.
No cabe duda de que la industria automovilística alemana atraviesa una crisis masiva y generalizada
La situación es aún más apremiante para los proveedores con sede en Alemania, cuyo volumen de negocio se redujo en un 8% en 2024, pasando de 92,1 millones de euros en 2023 a 85,2 millones de euros según un análisis de la empresa de auditoría y consultoría EY. Constantin Gall, experto en automoción de EY, destacó que «los problemas varían desde la débil demanda provocada por la actual crisis económica hasta los costos elevados y la coexistencia de motores de combustión y coches eléctricos».
Como consecuencia de esta crisis, varios fabricantes alemanes como Mercedes-Benz, Porsche y Volkswagen han anunciado programas de reducción de costos que implicarán la supresión de miles de empleos. Gall advirtió que «veremos a los fabricantes de automóviles recortar costes de forma masiva para aumentar su capacidad de resistencia, lo que conducirá inevitablemente a importantes recortes de empleo».
Impacto de las exportaciones y geopolítica en la industria
El sector automovilístico también se enfrenta a un colapso en las exportaciones a China, con una caída del 17% en 2024, la cual se suma a un retroceso del 18% en 2023. En contraste, el mayor volumen de exportaciones alemanas se destinó a Estados Unidos, alcanzando más de 34.000 millones de euros, un incremento del 1,8% en términos interanuales. Gran Bretaña ocupó el tercer lugar con 20.300 millones de euros, con un descenso del 4,4%.
En total, las exportaciones de vehículos y sus componentes equivalieron a 262.000 millones de euros, casi la mitad de la facturación total de Alemania, marcando una disminución del 4,12% respecto al año anterior.
Gall advirtió que la dependencia del mercado estadounidense podría acarrear problemas adicionales debido a la posibilidad de que se implementen aranceles por parte de la administración estadounidense. Este territorio ya representa el 13% de las exportaciones de la industria automovilística alemana.
En este contexto, EY subrayó la necesidad urgente de establecer una hoja de ruta clara para la ‘electromovilidad’ en Europa, dado que la coexistencia actual entre motores de combustión y vehículos electrificados está gravemente afectando a los proveedores, quienes deben realizar inversiones costosas con resultados inciertos.
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