La inversión bruta total en España, tanto pública como privada, creció un 2,1% en términos reales durante 2024, alcanzando los 306.748 millones de euros. Esta cifra representa una recuperación respecto a los niveles previos a la pandemia de Covid-19, según un estudio elaborado por la Fundación BBVA y el Ivie.
La inversión pública ha sido un factor clave en este crecimiento, impulsada principalmente por los recursos aportados a través de los fondos ‘Next Generation EU’, registrando un aumento del 5,9% y alcanzando los 34.868 millones de euros. Esto representa un incremento del 40% en comparación con 2019. Por su parte, la inversión privada, que constituye el 90% del total, asciende a 271.879 millones de euros tras un crecimiento del 1,7%. No obstante, esta cifra aún se encuentra un 3,5% por debajo de los niveles de 2019.
Crecimiento en infraestructuras, pero con desafíos persistentes
La inversión en infraestructuras ha mostrado un aumento del 34,7% desde 2019, aunque todavía se sitúa un 17,6% por debajo de los niveles de 1995 y un 63% por debajo de su máximo histórico de 2009. Este sector representa únicamente el 5,3% de la inversión total.
La evolución de la inversión varía significativamente según el tipo de infraestructura considerada
En términos de cifras absolutas, la inversión en infraestructuras viarias ha caído un 56,3% entre 2010 y 2018, aunque ha comenzado a repuntar, alcanzando en 2024 los 5.071 millones de euros, un 0,7% más que el año anterior. En contraposición, la inversión en infraestructuras ferroviarias, que había visto un descenso del 70% desde 2009, ha experimentado un aumento del 35,7% tras la pandemia, alcanzando los 4.322 millones de euros en 2024.
Las infraestructuras urbanas, que dependen de las corporaciones locales, han mantenido una tendencia creciente desde 2013, principalmente gracias a los fondos europeos, aumentando en un 9,2% en 2024.
Debilidad en infraestructuras hidráulicas y consecuencias
Un aspecto preocupante es la situación de las infraestructuras hidráulicas, cuya inversión ha caído un 42% entre 1995 y 2024, concentrándose gran parte de esta disminución entre 2009 y 2018, con un descenso acumulado cercano al 75%. Aunque en 2024 se observó un crecimiento del 2,4% hasta alcanzar los 2.695 millones de euros, el nivel sigue siendo inferior en un 42% respecto a 1995.
Este desplome tiene consecuencias, ya que la capacidad de responder a los desafíos, como las inundaciones, es menor
El esfuerzo inversor total en relación al Producto Interior Bruto se ha reducido ligeramente en 2024, situándose en 19,3%, un 5% inferior al de 2019. A pesar de esto, el stock de capital en España ha aumentado un 1,4%, aunque se califica como una cifra «baja, pero positiva». En comparación con otras economías europeas, el porcentaje no aprovechado en manufacturas en España está en 23,1%, superando la media europea de 19,5%, mientras que en el sector servicios, este porcentaje asciende al 12,7%, frente al 9,4% de la UE-28.