La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha afirmado que la institución está «en una buena posición» para enfrentar la incertidumbre derivada de las tensiones comerciales y geopolíticas. Durante su habitual comparecencia tras la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, Lagarde destacó que se ha decidido por unanimidad mantener sin cambios los tipos de interés, marcando así la primera pausa después de siete recortes consecutivos.
Ante las expectativas del consenso de analistas sobre posibles nuevos recortes después del verano, Lagarde indicó que «los mercados hacen lo que tienen que hacer, y nosotros hacemos lo que tenemos que hacer». Con esta afirmación, subrayó que el BCE está preparado para manejar los riesgos emergentes en los próximos meses, particularmente aquellos relacionados con los aranceles y asuntos geopolíticos.
Según Lagarde, «estamos en una buena posición. Básicamente, hemos cerrado ese ciclo desinflacionario», aunque reconoce que los mercados desearían mayor anticipación sobre la posible trayectoria de las tasas. A pesar de ello, puntualizó que no es viable en las circunstancias actuales.
Proyecciones futuras y política monetaria
Lagarde recordó que en septiembre se publicarán las nuevas proyecciones macroeconómicas del BCE. Reiteró la estrategia del banco central de analizar la situación en cada reunión de política monetaria, basándose en las proyecciones de los economistas del BCE. El objetivo sigue siendo mantener la inflación en el 2% a medio plazo.
«Estamos bien posicionados para esperar y ver», señaló la presidenta del BCE, antes de despedirse hasta el regreso de las vacaciones veraniegas. El Consejo de Gobierno del BCE tiene programada su próxima reunión el 11 de septiembre.
